Cultura

Mejor, contagiarse de la risa

La muestra “Deep Unlearning. Ejercicios de desaprendizaje” desafía nuestros sentidos. La encontrás en la Fundación Andreani hasta el 12 de febrero.

Fundación Andreani.

El edificio de la Fundación Andreani fue diseñado por el arquitecto y artista ítalo argentino, Clorindo Testa. El proyecto de Testa respetó la fachada original de la construcción que alguna vez fue astillero y también conventillo. En este lugar tan especial de la ciudad de Buenos Aires, en el barrio de La Boca, se puede visitar la muestra “Deep Unlearning. Ejercicios de desaprendizaje” del artista Mariano Sardón y el neurocientífico Mariano Sigman. 

“Inflable”.

En la sala de la planta baja comienza el recorrido sonoro y visual de una de las tres obras que componen la exhibición. La instalación se llama “Inflable”. Unos globos gigantes ocupan todo el espacio expositivo; se puede caminar entre ellos. Un sonido de risas envolvente invade el lugar. Cuando me alejo de los globos confirmo que la risa es contagiosa ¿Por qué? Hay una explicación científica. Nuestro cerebro tiene neuronas “espejo” que reproducen lo que observamos y escuchamos. Este mecanismo de imitación trabaja en cada uno de nosotros desde muy temprana edad y constituye el llamado sistema de aprendizaje y empatía.

“La sala de los retratos”.

Registrar la existencia de un otro, observarlo, conocerlo a través de sus gestos, es la actividad que propone la dupla Sardón – Sigman, en la siguiente obra contigua a la sala de los globos. Se trata de una serie de retratos que parecen fotos pero no lo son. En la obra “la sala de los retratos”, hay cuatro pantallas con personas cuyos rostros aparentan estar estáticos pero si los vemos con más atención se mueven y cambian muy lentamente de expresión. Sardón contó que la obra está inspirada en las grandes salas de los museos llenas de retratos que cuando uno los mira parecerían generar algún tipo de conexión especial con nuestra mirada. Este experimento intenta captar el “microgesto” que no llegamos a percibir cuando pasamos de un estado expresivo a otro.

“Deep unlearning” o “Desaprendizaje profundo”.

En el primer piso nos esperan dos robots. Detectan que entramos a la sala cuando nos paramos sobre la marca de unos pies que actúan como sensores. Inmediatamente se detienen frente a nosotros y nos muestran una pantalla en la que aparecen bebés haciendo diversos gestos. La actividad es imitar la expresión de uno de los bebés. El robot saca una foto y la manda a una base de datos de una red de inteligencia artificial. Los algoritmos procesan toda la información referida a los gestos y ubican nuestra imagen en una suerte de mapa junto a los rostros de otras personas y bebés. En este proceso se da el movimiento inverso al que hacemos durante la primera infancia – mucho antes de las palabras – cuando copiábamos los gestos de las personas que formaban parte de nuestro entorno. 

Luego, ese proceso interpretativo del algoritmo va hacia un lugar completamente abstracto. Esa información se proyecta sobre una segunda pantalla pero ya no es legible para nosotros. Los algoritmos simulan cómo el cerebro de un recién nacido ve el mundo desde su perspectiva. La obra se denomina “Deep unlearning” o “Desaprendizaje profundo”.

En estas vacaciones pandémicas, la muestra de Sardón – Sigma es una propuesta creativa que despierta los sentidos y contagia la risa.