La supervivencia de las lenguas indígenas
Los herederos digitales
A través de las redes sociales, un grupo de jóvenes produce contenidos educativos y culturales para enseñar el lenguaje de los pueblos originarios. Utilizan las herramientas digitales para impedir que desaparezcan las lenguas de las comunidades indígenas. Según la ONU, de los 7.000 idiomas que hay en el mundo, 6.700 son indígenas y, de ellos, cerca de 3.000 “corren el riesgo de desaparecer”.
El náhuat, en El Salvador
Héctor escribe una y otra vez la palabra náhuat. Pero Google entiende que se está refiriendo al “náhuatl”. La primera es una lengua indígena de El Salvador, la segunda con “l” final es una lengua maya, originaria de México.
“Si uno pone náhuat con la “t”, sólo le muestran resultados del náhuatl mexicano, y además te sale un error que dice: pero quizás quisiste decir náhuatl mexicano. Con el canal de Youtube estamos globalizando el náhuat, lo estamos visibilizando en Internet”.
Héctor José Martínez Flores es docente de educación básica en El Salvador. Hace pocos meses migró a Guatemala en donde trabaja como contador en una empresa. En sus ratos libres, graba y edita sus propios videos y los publica en su canal de http://YouTube.
Héctor enseña el náhuat que hablaba su bisabuela. “Según el censo 2007, había menos de 200 hablantes de Náhuat en El Salvador. Hoy hay sólo 70 “.
No sabía hablar en náhuat, pero un diplomado en su país le permitió explorar esta lengua y reconstruir parte de su identidad familiar. “Era algo que me tocó en lo personal. Es parte de nuestra cultura e historia. En El Salvador había más lenguas indígenas, no sólo el náhuat. Y ya todas desaparecieron”. En El Salvador vivieron los lencas, los kakawiras, chorotegas, potones, chortis, xincas, pipiles y pocomames. Todas sus lenguas murieron. El náhuat fue la única que sobrevivió.
Héctor decidió que la mejor manera de aprender una lengua nueva era viajar al lugar donde seguía activa. Se trasladó al departamento de Sonsonate, al Occidente de El Salvador. “Esa comunidad es la de Santo Domingo de Guzmán. Miraban como algo extraño que alguien llegara al pueblo. Llevamos niños para que aprendieran a hablar en náhuat. Las mujeres mayores les enseñaban. También les cantaban. Prácticamente ya no hay personas jóvenes que hablen en náhuat en esa comunidad”.
No hay registro de la comunidad
Pese a ser una lengua originaria de El Salvador, Héctor no encontró bibliografía ni otro tipo de registro sobre el náhuat. “Tengo que crear el material porque no hay libros, no hay audios, me dije. Así fue como he creado el canal de YouTube. De acá a 10 años, considero que ya no habrá hablantes de náhuat. Quiero dejar registro de la lengua para que dentro de 20 años se siga enseñando. El canal de Youtube es una biblioteca virtual que va a durar para la posteridad”.
Mis abuelas “náhuat”
Desde Guatemala, Héctor extraña los días que pasó junto a la comunidad náhuat. Especialmente recuerda a un grupo de mujeres mayores. “Las abuelas que me han acompañado en todo el proceso de enseñanza que he tenido, prácticamente se han convertido en mis abuelas. Mis preferidas son Anastasia López y Nantzin Sixta Pérez. Ya son parte de mi familia.”
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