“Rusia, China y Cuba sostienen la dictadura de Maduro” según Jefe del Comando Sur.
La venta de armas, equipamiento, servicios de defensa y financiamiento militar son junto con los ejercicios militares las formas que adoptará la creciente militarización dispuesta por EE.UU en la región. Colombia, Brasil, Chile, Panamá y El Salvador son algunos de los países que trabajan junto con las fuerzas armadas de Estados Unidos y son mencionados como eje de esta política. Además se proponen“exponer información de las actividades económicas y tecnológicas chinas, rusas, iraníes y sus aliados autoritarios que socavan la soberanía y seguridad regional”.
En su informe detalla la situación geopolítica de los Estados Unidos en América Latina y las iniciativas para los próximos años.
La injerencia directa en las cuestiones políticas de nuestra región fueron expuestas por el comandante del Comando Sur, Craig Stephen Faller, en enero ante el comité de servicios armados del congreso estadounidense. En su informe detalla la situación geopolítica de los Estados Unidos en América Latina y las iniciativas para los próximos años. Afirma que “Rusia, China y Cuba sostienen” lo que él llama la “ilegítima dictadura de Maduro”.
Anunció un incremento de la presencia militar a través de fuerzas especiales, marines, guardia costera y guardia nacional.
Anunció un incremento de la presencia militar a través de fuerzas especiales, marines, guardia costera y guardia nacional, entre otras, con el fin de “fortalecer alianzas”.
Para justificar sus objetivos recurre al conocido argumento de reducir la efectividad de organizaciones criminales transnacionales y para ello anuncia que se están “fortaleciendo alianzas con países que contribuyen militarmente a la seguridad de la región”. Esas organizaciones son acusadas de tráfico de armas y drogas, trata de personas, lavado de dinero y minería ilegal. Los mismos delitos en que se han visto involucrados en más de una oportunidad agencias, servicios y empresas del país del norte. Por supuesto no hacen ninguna mención a los cárteles domésticos de narcotráfico en Los Ángeles, Chicago y Nueva York ya reconocidos públicamente por la DEA.
Deja en claro que los objetivos de su país están por encima de los intereses y conveniencias de los países de America Latina.
El comandante sín ningún eufemismo asevera que cuando Estados Unidos interviene se “reducen las amenazas a nuestra nación y limitamos las oportunidades de operar cerca de nosotros a nuestros adversarios”. Deja en claro que los objetivos de su país están por encima de los intereses y conveniencias de los países de America Latina.
Faller advierte que si se ignoran los desafíos de seguridad en el hemisferio occidental seguirán sucediendo como en la última década, “las crisis migratorias, la afluencia de drogas, el incremento en la presencia de actores malignos y tendencias negativas para la democracias”. Es claro que no hace referencia a la fuertemente cuestionada politica migratoria de Trump, ni a que Estados Unidos es el principal consumidor de estupefacientes en el mundo y a que cada vez que intervino empeoró la situación.
“La estrategia del Comando Sur se basa en aumentar la seguridad y estabilidad en la región, oportunidades de comercio e inversión”.
Pero por si hubiera alguna duda respecto de que el asunto militar viene a sostener lo que realmente importa al gobierno estadounidense afirma que “la estrategia del Comando Sur se basa en aumentar la seguridad y estabilidad en la región, oportunidades de comercio e inversión, y reducir la capacidad de los “actores nocivos” y redes ilícitas.
Es evidente la conclusión: los ejércitos para garantizar negocios y alejar a los posibles competidores.
Es evidente la conclusión: los ejércitos para garantizar negocios y alejar a los posibles competidores. La importancia estratégica de América Latina radica en sus palabras “en su potencial como vulnerabilidad y oportunidad para nuestra seguridad y prosperidad”. Sudamérica es el destino del 25% de las exportaciones norteamericanas y cuenta con infraestructura clave a nivel global como el Canal de Panamá.
La declaración enumera una serie de “tendencias preocupantes”. Una de ellas es el avance de la “Nueva ruta de la seda” lanzada en el 2013 por el presidente chino Xi Jinping y que se extiende hasta América Latina. El objetivo es realizar obras de infraestructura en todo el mundo. El militar reprocha a China por hacer “negocios corruptos y por su indiferencia por el derecho internacional”. EE.UU es permanentemente denunciado por lo mismo.
A Rusia la acusa de militarizar la región
A Rusia la acusa de militarizar la región “desplegando por primera vez su buque de guerra nuclear más avanzado”, al igual que un “buque de investigación capaz de rastrear y cortar cables submarinos”. Además “Rusia se entromete en asuntos regionales difundiendo información falsa en redes sociales y realiza actividad cibernética maliciosa. La habilidad de Rusia para desinformar es considerable”.
Estados Unidos hablando de militarización e intromisión sonaría ridículo si no fuera tan trágico
Estados Unidos hablando de militarización e intromisión sonaría ridículo si no fuera tan trágico, sólo basta recordar las dictaduras latinoamericanas del pasado, y la desestabilización de nuestros países cuando no responden a sus intereses como en Honduras y Paraguay hace años o en Bolivia actualmente. En cuanto a la desinformación y sus promotores, dejando de lado el “Lawfare” que no es una invención rusa, el país del norte con sus corporaciones y su influencia en los medios de nuestra región también debería dar muchas explicaciones.
Por supuesto que cuando habla de intereses de occidente se refiere a los intereses de EE.UU y no de los países latinoamericanos.
La supuesta presencia iraní en la zona a través del hezbollah libanés, le daría la “posibilidad de recolectar inteligencia y elaborar un plan de contingencia para eventuales ataques vengativos hacia Estados Unidos y/o los intereses de occidente”. Por supuesto que cuando habla de intereses de occidente se refiere a los intereses de EE.UU y no de los países latinoamericanos.
Las acusaciones hacia Cuba continúan siendo las mismas que en plena Guerra Fría. Según Faller “es un bastión para el autoritarismo”. Desmereciendo la ayuda humanitaria que el país caribeño envía a distintos puntos de la región, manifiesta que “dicha ayuda incluye recolección de información, propagación de ideología y propaganda anti-estadounidense”. En este sentido, no sorprende que celebre la “expulsión de miles de oficiales cubanos, algunos acusados de generar disturbios” en Brasil, Bolivia y Ecuador.
Faller define al presidente Maduro como “una de las principales amenazas a la paz y seguridad del hemisferio”
En último lugar, la declaración hace referencia a Venezuela, país que cuenta con las mayores reservas de petróleo del mundo. Faller define al presidente Maduro como “una de las principales amenazas a la paz y seguridad del hemisferio”. La potencia mundial preocupada por dos países a los que bloquea hace años suena a amenaza y por lo menos desproporcionada.