Gaza, bloqueada por Israel desde hace 14 años, registró sus primeros casos de Coronavirus y las autoridades palestinas temen que los contagios se propaguen con mayor velocidad debido a la deficiencia de su sistema sanitario. Agenda Sur dialogó con Miriam Marmur, integrante de la ONG, Gisha, con sede en Tel Aviv.
AS: ¿Cómo está hoy la situación en Gaza?
MM: La situación es muy tensa, estamos escuchando con mucha preocupación sobre lo que significaría una mayor propagación del virus para la población civil en la Franja, dadas las terribles condiciones de vida después de muchos años de bloqueo.
AS: ¿Israel evalúa moderar el bloqueo a Gaza?
Israel continúa con el bloqueo, no ha suavizado el bloqueo. Israel tiene que levantar el bloqueo. Debido al Coronavirus, Israel, así como las autoridades palestinas en Gaza, están imponiendo restricciones adicionales en el cruce Erez (Gaza – Egipto), de manera similar a cómo lo hacen otros países en este momento. El movimiento de bienes hacia Gaza ha continuado como de costumbre, bajo las restricciones regulares impuestas por Israel a la entrada de artículos y materiales, que define como de “doble uso”. Israel considera que estos artículos – que incluyen equipos médicos y materias primas – pueden ser utilizados para el desarrollo de armamento por parte de los palestinos y Hamás. Israel debe rescindir las limitaciones existentes sobre la salida de bienes de la Franja y permitir la entrada de todos los artículos necesarios para las autoridades locales.
AG: ¿Qué rol asumen Hamás y las autoridades palestinas en esta situación de emergencia sanitaria?
MM: Hamás, así como la Autoridad Palestina, tienen la responsabilidad de proteger la salud pública de los palestinos en la mayor medida posible. Creemos que Israel también debe priorizar la protección de los palestinos que viven bajo su control en los territorios palestinos ocupados, y no solo la de sus propios ciudadanos. En general, cualquier decisión de restringir el movimiento debe basarse en preocupaciones legítimas para la salud pública. Gisha también solicita protección para los residentes palestinos que viven bajo ocupación en Cisjordania, área separada geográficamente de Gaza y afectada por la presencia militar israelí.
AG: ¿Cómo vive la cuarentena, un pueblo bloqueado y aislado del mundo?
Sabemos que la gente está muy asustada ya que Gaza está densamente poblada y tiene un alto desempleo mucho antes del brote de la COVID-19. En cierto modo, el mundo ahora tiene una pequeña muestra de cómo es la vida bajo el bloqueo. Los palestinos han estado viviendo bajo severas restricciones de movimiento y acceso impuestas por Israel durante décadas, restricciones que obstaculizaron deliberadamente la actividad económica en la Franja, separaron a las familias y bloquearon el acceso de personas a oportunidades profesionales o personales. El sistema de salud en Gaza ha estado al borde del colapso durante años.
AG: ¿Cuál es tu función en Gisha y por qué la elegiste?
Soy israelí, como algunas de las otras personas que trabajan en Gisha, y no se nos permite ingresar a Gaza. Nuestro trabajo es principalmente legal, representamos a personas en el proceso de obtener un permiso de viaje para viajar hacia o desde Gaza. Soy la coordinadora de medios internacionales. Elegí trabajar en Gisha porque creo que el cierre de Gaza y la ocupación están mal, y deben terminar. Abogamos ante los tomadores de decisiones locales e internacionales por políticas que protejan los derechos humanos, incluida la libertad de movimiento, de la que dependen muchos otros derechos básicos. Creemos que la comunidad internacional también tiene la responsabilidad de defender los derechos humanos. Nuestra actividad legal se basa en el derecho israelí, los derechos humanos internacionales y el derecho humanitario.
Lo que tenés que saber
Más de dos millones de personas viven en Gaza. La mayor parte del agua que sale del grifo no es apta para consumo. La electricidad está disponible de manera intermitente y el sistema sanitario está debilitado desde hace mucho tiempo.
Israel mantiene bloqueada a Gaza desde 2007, después de que el movimiento islamista Hamás expulsara a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y se hiciera con el control del territorio.
