Salud y Educación

Personas mayores: que el distanciamiento no se transforme en aislamiento

Nota: Gabriel Katz – periodista especializado en vejez.

Aunque hablar de personas mayores es sinónimo de diversidad  y, en ese sentido, cada uno transita de forma diferente su envejecimiento, es sabido que las personas de más de 60 años son las más vulnerables a contraer afecciones graves derivadas del COVID-19. No hay evidencia que exprese que los mayores se contagien con mayor facilidad que los jóvenes, pero la evolución de la pandemia indica que las personas mayores tienen el índice más alto de muertes. 

A las recomendaciones generales para toda la población (lavarse las manos con jabón, utilizar alcohol en gel, suprimir el contacto físico en los saludos; alejarse de las grandes reuniones, evitar el transporte público y las multitudes, se sumó el llamado: “distanciamiento social”. 

Es importante dimensionar este término, ya que uno de los padecimientos más importantes de esta parte creciente de la sociedad, que en nuestro país se acerca a las 7 millones de personas, es la depresión por soledad. Es por eso que los profesionales en gerontología de nuestro país siguen este tema con extrema atención y sugieren determinadas acciones para que el distanciamiento no se transforme en aislamiento.

Realizar diariamente ejercicios, reunirse en forma virtual con amigos y familiares, mantenerse activos, comenzar cursos online (hay muchos y gratuitos), escribir, conocer museos a través de internet, conocer gente por redes sociales, son algunas de las propuestas que se sugieren. 

Nadie sabe cuáles serán los efectos de la pandemia ni cuánto durará pero mientras tanto, continuar con el proyecto de vida y poner en acción el proverbio oriental: “crisis es oportunidad”, puede llevar a las personas mayores a descubrir nuevas posibilidades y aprendizajes. Hasta que pase el temblor.