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Encuesta: Alberto Fernández salió bien posicionado del debate

Si bien era quien tenía más para perder, porque es el único de los candidatos que se expone y se “arriesga” ya que claramente será el ganador de las elecciones, según la encuesta de Raúl Aragón & Asociados el 43.1% de los consultados consideraron a Alberto Fernández como el ganador del primer debate presidencial desarrollado ayer en Santa Fe. Más atrás, con el 34.2% Mauricio Macri quedó segundo. El resto, como en las PASO, muy lejos: Roberto Lavagna con 4.1%; Nicolás del Caño y José Luis Espert, ambos con el 3.1% cada uno; y último José Gómez Centurión con el 1.1. En realidad, el tercer puesto fue para lo que es el símil del voto en blanco: “no sabe/no contesta” con el 11.1%. En términos generales, cada uno escucha a quien quiere escuchar, y da ganador a quien vota.

Es extraño todo lo generado alrededor del debate. Es una práctica totalmente ajena a nuestra idiosincrasia y cultura política, extrapolada de países centrales, particularmente EE.UU. Desde los grandes medios de comunicación se fomenta el debate, que por sus características no le permite exponer claramente ni en profundidad ningún tema a ningún candidato. Luego, los “periodistas independientes defensores de la república” esperan chicanas y cruces propios de los programas de chimentos. Por último, se quejan porque no se escucharon propuestas. En realidad, los debates así planteados, de poco sirven.

Primero porque tenemos el patético antecedente del realizado en 2015 previo al ballotage, donde Mauricio Macri no dijo nada de lo que iba a hacer como Presidente, y dijo todo lo que no hizo. Luego porque de seis candidatos exponiendo 13 minutos cada uno sobre temas trascendentales para la política y la economía nacionales y extranjeras, cultura, salud y educación, es imposible que salga algo claro. De hecho, algunos candidatos ni siquiera mencionaron la palabra “salud” en el bloque correspondiente. Por último, porque hay políticos muy poco serios: José Gómez Centurión, por ejemplo, no sólo no pudo respetar una vez el tiempo estipulado, sino que literalmente repitió una intervención. En las PASO quedó claro la importancia que le da el electorado a estos personajes; falta que lo mismo suceda en estos debates. ¿Es justo que se exponga de la misma manera alguien que fue votado por la mitad de la población o por más del 30%, que alguien que cosechó sólo lo suficiente para superar las PASO.Lamentablemente falta otro debate; otro show. Por suerte, muy poca gente modifica su voto por estos circos. En EE.UU., donde el voto es calificado y no obligatorio, quizás tenga más sentido.