“El mundo se divide entre propietarios e inquilinos, los que son dueños de todas las cosas y los que nunca seremos dueño de nada”, Gervasio Muñoz.

“La vivienda es un tema central como lo fue la tierra hace 200 años, hoy son las ciudades, y las ciudades son las propiedades, el suelo. No es casual que en Europa los fondos buitre “estén yendo” por las ciudades. No es casualidad que en estos días haya habido movilizaciones de inquilinos en todas las grandes ciudades pidiendo regular el precio de los alquileres y frenar los desalojos. En Europa está sucediendo lo que va a suceder acá en unos años: quienes se están quedando con las ciudades en Latinoamérica son los que ya se quedaron con las tierras.”. Gervasio Muñoz es un inquilino más de los ocho millones que hay en Argentina, a quienes por supuesto hay que agregarle los familiares que viven con ellos. El referente de Inquilinos Agrupados (IA), sentado en uno de los tantos bares del centro porteño analiza para Agenda Sur la situación del sector: “El mundo se divide entre propietarios e inquilinos, los que son dueños de todas las cosas y los que nunca seremos dueño de nada”.

“Nos hicieron creer que todos podemos ser propietarios, y así el que ganó es el mercado. El 50% de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires tienen ingresos menores a $30 mil, y un alquiler de un departamento de tres ambientes para una familia hoy está, en promedio, $20 mil, y hay que sumarle tarifas, expensas y todas las condiciones para entrar a un departamento. La gente lo primero que paga es el alquiler, porque es el techo, después va suspendiendo otras cosas. Lo que vemos son situaciones muy angustiantes: gente que termina antes el contrato para mudarse a un lugar más chico, o más alejado, para volver con los padres, o familias que se dividen, con la mamá que se va con los chicos a lo de un familiar y el padre por otro lado. La situación es crítica”, define Muñoz. La aspiración cultural, casi natural, de querer ser propietario, termina siendo funcional al negocio inmobiliario: no está instalado en la agenda pública la discusión por la regulación del precio de los alquileres, y así se garantiza la rentabilidad en dólares con las propiedades. “Todo eso sucede con un Gobierno que le facilita negocios al mercado inmobiliario, y expulsa a quienes vivimos en la Ciudad de Buenos Aires. Es un Gobierno al servicio del mercado inmobiliario. (El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez) Larreta es “la inmobiliaria de la Ciudad de Bs. As.”

“Una senadora me dijo que no entendía porqué estaba ahí peleando por querer alquilar y no peleando por ser propietario. Yo le respondí: porque sé que nunca voy a ser propietario como son ustedes”, G. Muñoz.

Para el referente de (IA) las claves son: “no paran de levantar torres, la venta de terrenos públicos, no se regule el precio de los alquileres, no se construyen viviendas públicas, y fomentar el crédito UVA (Unidades de Valor Adquisitivo que actualizan por inflación tanto la cuota como el capital). Urbanizar las villas con estos créditos es una estafa absoluta”. Hay unas 140 mil personas que sacaron crédito UVA, “se endeudaron con el banco y con las familias porque creyeron que la inflación iba a bajar y que el salario no perdería valor. Primero no le pueden pagar al banco y después tampoco a los familiares. Ahí suceden las tragedias, al nivel de España y EEUU. Hace un mes en España una señora se tiró de un balcón cuando la iban a desalojar. Es a lo que lleva un sistema tan perverso como el crédito UVA. El sueño de la casa propia se transformó en la condena de todos los que queremos vivir bajo un techo digno. El mercado inmobiliario ganó cuando nos hicieron creer que todos podíamos ser propietarios, para lo que no hay nada mejor que dejar los ahorros en el banco y meterse en estos créditos. El crédito UVA sintetiza la derrota de los sectores populares frente a la lógica del mercado: han logrado que pensemos como ellos”.

Es por este motivo que IA volvió a presentar en el Congreso Nacional el proyecto de ley que regula los alquileres, aunque el presidente Mauricio Macri se resista a su tratamiento: “Hay que regular el precio del alquiler y el pago de expensas; extender los plazos de contrato a tres años y blanquearlos; garantizar los derechos de los inquilinos, como mantenimiento y arreglo de la vivienda, que no están claro; los propietarios se abusan”, detalla Muñoz. Aunque sea una tarea muy difícil, ya que “gobernadores, diputados, senadores y “la justicia” son los dueños de la tierra. Una senadora me dijo que no entendía porqué estaba ahí peleando por querer alquilar y no peleando por ser propietario. Yo le respondí: porque sé que nunca voy a ser propietario como son ustedes. Entonces por lo menos quiero alquilar en forma justa y no dejar el 50% de mis ingresos en el alquiler, porque si no los que son propietarios de cinco viviendas, en diez años van a tener diez”.