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Panorama Político. Nada de helicópteros, a tirarse del bote

Mauricio Macri está cada vez más solo. María Eugenia Vidal se “retiró espiritualmente” con los suyos.

Si hace dos semanas que el Presidente en particular, y Cambiemos en general, dilapidan sus capitales político y simbólico, en estos días el retroceso es tal que daría la sensación que Mauricio Macri está cada vez más solo. Su Gobierno naufraga, mientras los aliados que conforman el bloque de poder que lo condujo al ejecutivo se alejan, a  tal punto que algunos plantean incluso pasarse a la oposición. Los Radicales; los poderes Judicial y mediático; la ex Mesa de Enlace representante de los sectores agroexportadores; los industriales que tienen el 40% de su capacidad instalada, ociosa; y hasta los colegas de su propio partido, el Pro, cuestionan sus decisiones e indefiniciones.

Desde el núcleo del poder político del Pro, la gobernadora María Eugenia Vidal se “retiró espiritualmente” con los suyos, enojada porque el espionaje paraestatal le tocó en persona. Muy lejos del clima zen que reinaba en estos tipos de encuentros en los primeros años de gobierno, se presentó Macri: “No sé si vamos a ganar o a perder, eso lo va a definir la gente, pero tenemos que dar la pelea. (…) Cuento con ustedes para eso”. ¿Es necesario que tenga que recordarles que cuenta con ellos? Por si hiciese falta, el ministro más “político”, Rogelio Frigerio, “¿aclaró?”: “Es importante para los mercados y la economía” que la coalición Cambiemos se “muestre unida y sin fisuras”. Primero: le hablan a los mercados, no a “la gente”; segundo, si hay que “mostrarse unido y sin fisuras”, ¿no será que están desunidos y con grietas internas? ¿Por eso Macri, Vidal y sus ministros se habrán sacado una selfie para “mostrarse felices”?

El gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, el “Coti” Nosiglia, Ricardo Alfonsín y Juan Manuel Casella, todos quieren “saltar” del barco de Cambiemos al de Lavagna.

Por su parte, otro de los Pro-puros, Horacio  Rodríguez Larreta, está preocupado porque en “el bastión”, CABA, él también sufre el arrastre hacia debajo del Presidente y su reelección ya presenta algunas dudas. ¿Ante quién? Ante otro “aliado”, o no tanto: el oscilante Martín Lousteau. Como detrás está el operador más importante del Radicalismo, Enrique “Coti” Nosiglia, habrá que prestarle mucha atención. Este sector ya habla públicamente del acercamiento a Roberto Lavagna, como si no tuviese nada que ver con la Alianza de Cambiemos que naufraga. El presidente de la Convención de la UCR (que debe decidir las alianzas y justamente por eso no se deciden a convocar), Jorge Sappia, fue claro: “La mayoría del Radicalismo votaría por terminar con la alianza Cambiemos”.  Y por si no se entendió lo que quiso decir, completó:
Esta semana seguirán las multitudinarias marchas opositoras. El gobernador de Mendoza Alfredo Cornejo, el “Coti” Nosiglia, Ricardo Alfonsín (quien aprovecha cada recuerdo de su padre para posicionarse) y Juan Manuel Casella (quien no es precisamente el mejor ejemplo de “renovación”); todos quieren “saltar” del barco de Cambiemos al de Lavagna.

Entre los integrantes inorgánicos de la Alianza de Gobierno, se encuentran los grandes grupos de comunicación. Desde el Grupo Clarín se instaló la candidatura de Roberto Lavagna. Otros de los conglomerados, el grupo América, cuenta con uno de los voceros preferidos del Presidente, Eduardo Feinmann: “Si no se dan cuenta que la situación está complicada, complicada, complicada (…) Estuve viendo encuestas que maneja el Gobierno” donde el oficialismo pierde en la provincia de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, donde están “terceros cómodos. (…)  Les podrá gustar, no gustar(te)”, contó el periodista. Nadie, hace unos días, podría haber siquiera imaginado que Feinmann brindara esta “primicia”. Y completó que el Gobierno “ya están previendo que se van a venir 12 fines de semana seguidos con derrotas electorales”, en referencia al calendario de las elecciones provinciales que se suceden en los próximos meses. Y empezó el primero con el triunfo del gobernador Sergio Uñac en San Juan, duplicando los votos de Cambiemos. En esos medios de comunicación ya no evitan hablar de economía, inflación, del aumento de la pobreza (32%)  y la indigencia (6,7%), de que casi la mitad de los niños son pobres, de la suba del dólar y de los combustibles (Shell casi  el 10%. ¿Se acuerdan del ex titular de la empresa y ex ministro de Energía Juan José Aranguren?). Inclusive se enteraron que hay comedores y van con los móviles a realizar informes.

Esta semana seguirán las multitudinarias marchas opositoras.

Más aliados de Cambiemos lo cuestionan. Desde la legalidad, la justicia del Poder de la Corte ya no está alineada con el Gobierno. Desde la legitimidad, ni hablar: “el fiscal” de Macri”,  Carlos Stornelli, fue declarado en rebeldía por no presentarse a declarar por la causa de espionaje y extorsión. La ex Mesa de Enlace (MdeE) se quejó porque el modelo Pro Campo no es lo que esperaban. Y el secretario de Agroindustria, quien llegó a ese puesto justamente por ser un ex MdeE, Luis Etchevehere, tuvo que decir/pedir: “El productor agropecuario no va a especular y venderá la cosecha”. Todo puede ser, pero sería la primera vez en la historia que no especulen con el precio del dólar, que, además, sigue en alza. El Secretario recordará que una de las medidas que tomaron es, precisamente,  que los grandes exportadores no tengan la obligación de liquidar las exportaciones y traer las divisas a la Argentina. Veremos…

Mientras tanto, en la otra orilla, las oposiciones la “reman”. Todavía no con la gran “unidad” a nivel nacional de todos los justicialismos, pero sí con “armados políticos” provinciales que garantizan triunfos, como en Córdoba o Tucumán. Esta semana seguirán las multitudinarias marchas opositoras. Las distintas variantes sindicales nucleadas en el Movimiento 21F (los Hugo Moyano y Yaski, Ricardo Pignanelli del SMATA, Pablo Micheli), junto a los movimientos sociales,  realizarán el 4 de abril una gran concentración. Participarán, se verá cómo y con qué intensidad luego del “acuerdo” con el Gobierno por los 32 millones por el sistema de salud, los gremios de la CGT conducidos por Héctor Daer.

Las aguas seguirán agitadas, el barquito del Gobierno se seguirá moviendo. Macri se aferra al timón, pero pareciera que los gritos y el enojo que muestra en cada presentación no alcanza para que su tripulación le haga caso y no abandone el bote.