“Cualquier persona razonable que mire los hechos del caso de Hunter Biden puede llegar a la conclusión de que Hunter fue señalado solo porque es mi hijo, y eso está mal”.
El presidente Joe Biden sacó un comunicado en donde anuncia y justifica el indulto a su hijo Hunter Biden, quien fuera procesado por evasión de impuestos y ocultar su problema de adicción en un formulario obligatorio antes de la compra de un arma de fuego. En repetidas ocasiones, Biden había asegurado a la prensa que nunca utilizaría el perdón presidencial a favor de su hijo. Un día después del feriado largo del día de Acción de Gracias, se contradijo y lo indultó. En su comunicado expresó: “Cualquier persona razonable que mire los hechos del caso de Hunter puede llegar a la conclusión de que Hunter fue señalado solo porque es mi hijo, y eso está mal”.
Lo cierto es que Biden no fue el único Presidente en abusar de este perdón presidencial y utilizarlo para beneficiar a un familiar directo. En 2001, el entonces presidente Bill Clinton indultó a su medio hermano por delitos de drogas. Durante su mandato, Donald Trump perdonó a varios de sus colaboradores más cercanos y a su consuegro Charles Kushner por evasión fiscal, entre otros delitos.
Por su parte, Hunter Biden en declaraciones públicas, afirmó: “He admitido mi responsabilidad por errores cometidos durante los días más oscuros de mi adicción. Errores que han sido explotados para humillarme y avergonzarme públicamente, a mí y a mi familia, por deporte político”.
Este indulto fue posible ya que ambos delitos son federales, los perdones presidenciales no aplican a delitos estatales. De este modo, Biden levitó que su hijo fuera a la cárcel.
