Cierre de alianzas, apertura de listas
Los frentes Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, dos proyectos. Cómo juegan Cristina Fernández y Mauricio Macri. Los precandidatos. De tres tercios a cuatro cuartos.
Pasó el primer mojón de las roscas políticas: como era previsible, no hubo rupturas, por ahora, porque a ningún dirigente de ninguna de las dos fuerzas mayoritarias (Frente de Todos ni Juntos por el Cambio), le conviene. Pero ojo, después que pase el cierre de listas, y sobre todo con los resultados de las PASO conocidos, ahí recién se verá la verdadera “unidad” que supuestamente hay en ambos espacios. ¿Para quiénes jugarán los que salgan derrotados en las internas? Ejemplo: difícil que Larreta se desviva por ver a Patricia Bullrich Presidenta o a Jorge Macri Jefe de Gobierno. En la ahora llamada Unión por la Patria –UP- (ex Frente de Todos), la interna ya empezó mal.
¿Unión por la Patria?
El sector mayoritario conducido por Cristina Fernández, aliado a Sergio Massa, -¿quién lo hubiera dicho hace tres años?-, logró imponer el grueso de las condiciones para la competencia interna: 1. Los precandidatos deberán llevar listas completas (Ej. Daniel Scioli no podrá tener a Axel Kicillof como candidato en pcia. de Buenos Aires). 2. Para tener representantes en la lista definitiva de UP, la minoría tendrá que sacar, al menos, el 30% de los votos del espacio; es mucho, es difícil. 3. Deberán presentar “avales cruzados”, esto es, de todas las fuerzas (Ej. ¿Kolina, -Cristinismo puro- le dará el visto bueno a Scioli para que compita?). Pero con todo, habrá internas, que es lo que quería Alberto Fernández.
La UP debutó con desunión. Más de lo mismo, definitivamente aburrió. El PJ Bonaerense que comanda Máximo Kirchner, siempre con sus actitudes “mínimas”, criticó duramente al Presidente –“era minoría de minorías”-, y por extensión a Scioli. Allí encontrará JXC muchos y serios argumentos para hacer la campaña contra el Gobierno. A eso “conduce” Máximo al PJ provincial.
A esta altura cabe la pregunta de si quieren ganar o sólo mantener la provincia para ser “la oposición” de un futuro Gobierno de JXC, y el sector fuerte dentro del Peronismo. Esto podría ser un gravísimo error: 1. Por el pueblo. 2. Porque será muy difícil gobernar la pcia. de Buenos Aires con la derecha en el Ejecutivo Nacional. 3. Porque en el Peronismo le harán sentir que son grandes responsables de esa hipotética derrota.
Cristina Fernández volvió, una vez más, y van…, a dar un mensaje en formato de “clase magistral” en contra de lo que también es “su Gobierno”. Con razón, continúa con la apelación a la necesidad de la Unidad Nacional, de que todos los sectores del país se pongan de acuerdo en tres o cuatro temas básicos y estratégicos para la Argentina, pero acto seguido se niega el diálogo básico, primario, con Alberto Fernández. Es raro, ¿lo entenderá/perdonará el pueblo argentino?
Del otro lado interno, amenazaron “judicializar” el cierre de listas. Después de todo lo sucedido y de cuatro años de Gobierno, ¿todavía la llaman “justicia”? Allí encontrará el Poder Judicial letra para una nueva cautelar. ¿Recordarán Alberto y Aníbal Fernández que la “justicia” y JXC intervinieron el PJ Nacional?
A esta altura no hay duda de que lo único que le interesa al Presidente es ganarle a su Vice; no las elecciones generales, no la unidad y muchísimo menos su propio Gobierno. Más raro aún.
En el cierre de listas se develará si Cristina Fernández juega a ganar o a perder. Claro está que no se dirá públicamente, pero en la elección de los precandidatos se verá a qué se apuesta: si serán listas para intentar ganar la presidencia (por ejemplo con Kicillof o un gobernador importante en la fórmula), o con un candidato que difícilmente gane la general, pero asegurándose el poder en pcia. de Buenos Aires, más una cantidad importante de diputados nacionales puros. Esto último resulta una jugada riesgosa y muy dañina para la sociedad, dado que implícitamente asegura un Gobierno de JXC. Como muy probablemente haya internas, es deseable que al menos se pongan de acuerdo en que sean limpias y del que pierda, acompañe. Si es que son Peronistas, deberían saberlo.
En cuanto al rol del expresidente, qué mejor que citar a su aliada Elisa Carrió: “El lado oscuro de Mauricio Macri está jugando para que pierda Juntos por el Cambio”. Quiere “un ajuste muy brutal”: Vamos a terminar en un juzgamiento por delitos de lesa humanidad”. Qué más hace falta, ¿no?
Aun así, todos y todas firmaron el acuerdo programático de la UP:
- “Estado como garante de los derechos de la ciudadanía” y la necesidad de “recuperar la soberanía política”-
- “Emprender un camino de crecimiento con fuerte inclusión social”.
- “Transitar un camino sostenido hacia un desarrollo con equidad”.
- Denuncia al Gobierno de Cambiemos por “un endeudamiento externo compulsivo y vertiginoso, que culminó con el retorno del FMI y en la fuga de dólares”.
- “Recuperar una voz propia y soberana en nuestras decisiones internacionales”.
Por el Cambio, pero no Juntos
Del otro lado de la oferta, también se pusieron de acuerdo en las reglas internas, por ahora, sólo por ahora. Mauricio Macri-Patricia Bullrich bloquearon el ingreso de Juan Schiaretti a la coalición opositora. Ésta había sido una propuesta de Horacio Larreta, y del propio cordobés, claro. Schiaretti necesita mantener el poder provincial y así dificultó mucho la campaña para la gobernación de Luis Juez (JXC). Y al Jefe de Gobierno le sirve para “ampliar”, esto es, tener menos posibilidades de lo que hoy “parece” seguro, que pierda la interna.
Al final, presentaron las bases programáticas de JXC, y ambos firmaron, Elisa Carrió y la UCR también. Halcones, palomas, aves rapiñas, todos y todas pusieron su garra:
- Reducción del gasto público: recesión.
- Eliminación de las retenciones: el Estado se queda definitivamente sin una de las fuentes principales de dólares.
- “Iremos a una rápida unificación cambiaria”: Megadevaluación.
- “Garantizaremos la independencia del Banco Central”: parecido a Javier Milei que quiere dinamitarlo. El Estado se queda sin política cambiaria para administrar la falta de dólares.
- Reducción de ingresos brutos -desfinancia las provincias- y de “los impuestos al trabajo”, éstas son las contribuciones patronales.
- Reformas laborales: Terminar con las indemnizaciones. Creación de un fondo de cese laboral. La persona se queda sin trabajo y, además, va a tener que “pagar” su propio retiro.
¿Es posible que a 40 años de la recuperación de la Democracia votemos a una persona que le quitó el 13% a jubiladas/os y estatales? ¿Será que elegirán a quien estuvo al lado de Mauricio Macri, gobernando la Ciudad mientras su Jefe de Gobierno trabajaba tres o cuatro hs. diarias? ¿Será el turno de un ultraliberal desquiciado, que quiere vender órganos o privatizar la circulación por las calles? Bullrich- Larreta- Milei. - Así planteado suena difícil. Pero la situación económica no mejora. Es complejo votar a un Gobierno con estos índices inflacionarios, pero aquellos son los hacedores del peor Gobierno desde 2001, sino antes, para acá. Hoy estamos en un escenario de cuatro cuartos: el Peronismo y JXC en el balotaje, Milei y las y los indecisos. Estos empiezan a ser cada vez menos, a medida que se conozcan los candidatos y avance la campaña, con más razón irán perdiendo fuerzas. Milei dejó de crecer, pero mantiene un caudal muy importante que lamentablemente será clave en una segunda vuelta. Si quiere evitarlo, el FDT tendrá que hacer algo más profundo que cambiarse el nombre por el de Unión por la Patria. Por el bien de todos y todas, ojalá quiera, y pueda. Como siempre, hay dos proyectos políticos, no diez. Vos decidís.
Ver más