“El silencio del cazador” de Martín Desalvo con Pablo Echarri.
“El silencio del cazador” de Martín Desalvo que protagonizan Pablo Echarri , Alberto Ammann y Mora Recalde se puede ver hasta mañana sólo en cines.
Por Gonzalo Magliano
El guardaparques Guzmán recorre la inmensidad de un Parque Nacional ubicado en la selva misionera. Está solo y armado. Sabe que en cualquier momento puede enfrentarse con cazadores furtivos que ilegalmente recorren la zona. Todo se complica cuando descubre que uno de los cazadores es Orlando Venneck, un querido colono de la zona y uno de los terratenientes más poderosos del pueblo. A partir de esta trama se desarrolla la atrapante película
El estreno estaba previsto para el año pasado, pero la pandemia del covid 19 postergó todo. La apuesta fue estrenar en salas de cine (se puede ver hasta este miércoles) porque, en buena medida, la película fue pensada y filmada para la pantalla grande. Quizás tenga algún beneficio esta postergación, la temática de la película adquiere un valor extra en un tiempo donde los temas ambientales van ganando interés público a partir de la quema descontrolada de hectáreas en el sur argentino. De alguna manera, en la historia se muestran diferentes formas de relacionarse con la naturaleza. Guzmán junto al equipo de guardabosques (no muy numeroso que digamos) y algunas pocas personas del pueblo se preocupan por la preservación del lugar. Ammann y otros colonos se creen dueños de la selva porque sus familias la habitan desde hace décadas. Para ellos es un derecho cazar ahí.
“Los guardaparques se van aislando de la vida social y encuentran su verdadera libertad en el medio del monte”
Esta trama se desarrolla a partir de los conflictos de los personajes, sin grandes discursos ni grandes épicas. La vida allí es solitaria, sin el glamour que tienen las postas turísticas de Misiones. Hay viejos rencores, amores cruzados, celos y abusos de poder. Todo contado dentro de un thriller con momentos de western que tiene un ritmo atrapante. Uno de sus aciertos es evitar los lugares simples y los personajes puros. “Estamos demasiado acostumbrados a que los relatos clásicos norteamericanos, donde por ahí el bueno es bueno y el malo es malo, y acá en realidad estamos frente a seres humanos, con sus bondades y sus complejidades, con sus partes buenas y sus partes malas, y también sus contradicciones”, afirma Martín Desalvo en esta entrevista.
¿Cómo surgió la idea de esta película? ¿Vos interviniste en el guión?
La idea me aparece un día leyendo una nota sobre un guardaparques sudafricano, que tenía una gran extensión de parque para cuidar el sólo, y debido al incremento y la peligrosidad de los cazadores furtivos, el gobierno le otorgó carta blanca para matar a los cazadores furtivos sin siquiera tener que dar la voz de alto. Me pareció así como tremendo, y a los dos días salió publicada una nota con un pedido que estaban realizando los guardaparques provinciales, de acá de Argentina, por portación de armas y potestad de policías en los parques, justamente por lo mismo, por la peligrosidad de los cazadores furtivos, los ladrones de madera, y bueno, ellos estaban desarmados y sin posibilidad más que de decirles “por favor, espere, no dispare, deténgase, no cace más”. De hecho, hace muy poquito, hubo una noticia que mataron a un policía y a un guardaparque, es algo que sigue pasando, ¿no? Pero bueno, esto nació a partir de estas dos noticias, a mí me pareció un tema que me sorprendió mucho, me pareció que había algo ahí que me interesaba empezar a investigar y a profundizar, sobre todo por la cuestión de los cuidados, del ambientalismo, esas cosas que a veces desde la ciudad se ven tan lejanas y de una manera un tanto naive. Así que bueno, nosotros estamos escribiendo con Francisco Kosterlitz otro guión de una película anterior mía, de esto hará cuatro años, más o menos. Le conté un poco lo que había leído, me pareció que había ahí algo interesante para armar una película, le pareció también muy interesante todo, y me propuso que viajemos a investigar ahí en la zona de Misiones, así que nos fuimos e hicimos varios viajes. El primer viaje estuvimos ahí unos cuantos días, viviendo con los guardaparques, charlando un poco con ellos, empezando a preguntarles y descubrir un poco cómo era la vida cotidiana de los guardaparques. Esto que decimos de detrás de la “postal turística” del parque se esconde todo esto. La verdad que la película nació ahí, en esa investigación, y todo lo que cuenta la película es un poco anécdotas que nos fueron contando los guardaparques y los colonos. Es todo basado en la más cruda y absoluta realidad.
Daría la impresión que el protagonista, interpretado por Pablo Echarri, está muy sólo en el cuidado del Parque. ¿Lo ves así? ¿El pueblo estaría muy condicionado por el gran terrateniente de la zona?
A Guzmán, el personaje que interpreta Pablo Echarri, lo que le sucede es que su vida, su mayor interés está puesto ahí, hay algo de ese ser solitario que patrulla el monte, y estar ahí metido en la selva, que lo viene transformando en el tiempo, y es algo que nos contaban un poco los guardaparques, lo que les sucedía estando tanto tiempo solos en el medio de la selva, como se van de alguna manera aislando de la vida más social, de la vida del pueblo, y cómo se van transformando de alguna forma en seres donde encuentran su verdadera libertad, su verdadero sentir, estar y ser, su verdadera pasión en la vida en el medio del monte. Por eso un poco el personaje de Pablo Echarri tiene esta característica. Y además, por supuesto, tiene un altruismo en la defensa del medio ambiente que, con el correr de la película se irá torciendo de alguna manera, y no es que es un héroe absolutamente impoluto, ¿no? Ahí hay una interesante vuelta de tuerca que tienen los personajes. Me parece que a veces estamos demasiado acostumbrados a que los relatos clásicos norteamericanos, donde por ahí el bueno es bueno y el malo es malo, y acá en realidad estamos frente a seres humanos, con sus bondades y sus complejidades, con sus partes buenas y sus partes malas, y también sus contradicciones.
A veces parece que Guzmán quiere detener a Orlando más por una cuestión personal (celos y/o detener sus abusos de poder) que por cuidar el medio ambiente. ¿Qué lugar tiene esta problemática en tu historia? En todo caso, ¿quizás sea necesario pensar este tema también desde las vidas y sentimientos de las personas que están en contacto directo con Parque Nacional, por ejemplo?
Bueno, justamente lo que le sucede a Guzmán, y a todos los seres humanos de alguna manera es que los mezclan, ¿no?, mezclan las cosas. Nosotros lo que apreciamos ahí en esa investigación que hicimos fue que un poco pasaba eso, ¿no?, que se mezclaban las cosas sentimentales, o de pueblo chico, de las relaciones humanas con el trabajo, con la cosa más impersonal si se quiere que tiene que ver con el trabajo, con ser un guardaparques, cumplir un rol social, eso se empieza a mezclar. Acá está, de alguna manera trabajado en términos de ficción, y por eso se lleva narrativamente hacia adelante, una dinámica dramática de desenlace más parecida a la estructura dramática de un western, donde ya sabemos cómo son las estructuras del western, que nos llevan al bueno y al malo y un enfrentamiento final. Pero no quiero espoilear demasiado, pero creo que acá se mezcla todo, y eso me parece también lo interesante o novedoso, un poco de trabajar con estos géneros clásicos pero contando una historia más contemporánea donde el ser humano no es tan blanco/negro, bueno/malo, y empezamos a salir de esa dualidades y empezamos a darnos cuenta de que nada es tan puro, nada es tan duro y nada es tan malo y todo tiene su matices.
¿Por qué decidieron estrenarla en salas y no en una plataforma como Puentes de Cine?
La decisión un poco de esperar las salas de cine tiene varias aristas: una es que nosotros teníamos pensado … la verdad es que por un lado yo siempre trabajé y pensé y filmé e hicimos todo para que la película sea vista en cine. A mí me gusta el cine y me parece que al cine hay que verlo en el cine. Lo que pasa es que la película es anterior a la pandemia, entonces nos agarró… nosotros íbamos a estrenar justamente en marzo de 2020. Nos agarró la pandemia, el cierre de cines, y quedamos un poco así, como en el medio de una indecisión, de qué hacer, si estrenar… porque al principio tampoco era que las plataformas estaban… nada era tan seguro, entonces, bueno, decidimos un poco apostar a esperar a la reapertura de las salas de cine, mientras tanto hicimos un lindo camino por festivales internacionales, ganando premios, y en un momento, cuando ya estábamos por noviembre del año pasado, que se rumoreaba que volvían a abrir las salas, ya era “bueno, esperemos a que reabran las salas” que está buenísimo como para ver en cine y luego iremos a plataformas, y bueno, esto se fue demorando y finalmente terminamos estrenando recién ahora, cosa que para mí es hermoso y es un sueño cumplido estar en cines, pero bueno, a la película le va a costar porque la gente se acostumbró muchísimo, han cambiado los hábitos de consumo, y bueno, obviamente con el miedo a una segunda ola, la gente tampoco es que va masivamente al cine. Pero bueno, seguramente encuentre su camino en plataformas dentro de poco cuando termine su recorrido en cines. Pero bueno, yo insisto en que al cine hay que verlo en cine si se puede, y más ésta película que está realmente trabajada para verla en el cine, y la impresión y la inmersión que te produce el verla en la gran pantalla con ese sonido envolvente tan maravilloso, esa selva tan imponente es bien distinta de lo que uno puede lograr aunque tenga sus grandes televisores, sus home theater. Así que recomiendo que aprovechen, quedan poquitos días para verla en cine.
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