Durante el fin de semana se realizaron marchas de protestas en la ciudad de Los Ángeles en rechazo por las violentas razias llevadas a cabo por los agentes de inmigración en esa ciudad. Estas redadas son realizadas durante el día, en la calle, edificios de departamentos, lugares de trabajo, escuelas, y en juzgados a la vista de todos. Agentes enmascarados, sin identificación, en camionetas, sin señales, se acercan a personas exigiendo que se identifiquen, arrestándolos sólo porque parecen migrantes. Cuando una persona no quiere salir de su automóvil, le rompen los vidrios de las ventanas para abrir la puerta.
Se han visto decenas de videos de padres siendo arrestados llevando al colegio a sus hijos; hombres que trabajan en obras que son llevados por la fuerza; personas cuyos casos civiles han sido desestimados, son arrestados en los pasillos de los juzgados.
Estos secuestros se realizando de manera expedita, sin el debido proceso.
Algunos migrantes han sido encarcelados y trasladados a cientos de kilómetros de sus residencias, incluso en otros Estados del país, impidiendo así el contacto con sus familias o abogados. Varios funcionarios intentaron realizar inspecciones en los establecimientos donde se encuentran apresados los migrantes detenidos, para asegurarse que se están cumpliendo las normas para un establecimiento seguro, y han sido arrestados o impedidos de ingresar.
Los ciudadanos estadounidenses no quieren esta clase de políticas migratorias de violencia y separación de familias, ni el secuestro de personas sin el debido proceso. Es por eso que luego de presenciar redadas masivas marcharon espontáneamente el viernes, sábado y domingo. También se han organizado en todos los Estados y muchas ciudades “neighborhood watch”, esto es, grupos de vecinos que advierten de la presencia de agentes de ICE a sus vecinos, o se presentan para filmar e increpar a sus funcionarios para que muestren sus órdenes judiciales de arresto, que nunca llevan consigo.
Además, y debido al alto número de arrestos diarios que se les exige, se cometen “errores”, arrestando hasta ciudadanos estadounidenses o personas con residencia permanente. Ron Gochez, profesor de historia y activista que apoyó la organización de las protestas en Los Ángeles, dijo en una entrevista con Democracy Now: “Nosotros ya tenemos gente por todo Los Ángeles patrullando las calles, buscando actividad de los agentes de inmigración. Este es el trabajo que hacemos todos los días protegiendo a nuestras comunidades”.
Donald Trump desplegó 2000 efectivos de la Guardia Nacional Californiana el fin de semana y el lunes envió unos 700 Marinos. Esta decisión de dudosa legalidad sólo ocurrió con anterioridad en la década del ´60, luego de la paliza que le dio la policía de Los Ángeles a Rodney King, cuando se desataron revueltas populares.
Luego de los disturbios del fin de semana en donde algunos manifestantes incendiaron autos de policía, la decisión de incrementar el número de efectivos de la fuerza del orden con Marinos en servicio es desatinada e innecesaria. Esto se ha hecho bajo las órdenes de Trump y la negativa del gobernador de California Gavin Newsom y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass. Es por este motivo que el gobernador inició hoy un proceso judicial contra el gobierno de Trump, por utilizar la Guardia Nacional Californiana y desplegarla en las calles sin su permiso.
Por su parte, el presidente Trump amenazó el domingo con que “esto es el comienzo del despliegue de los militares en las calles de los Estados Unidos”.
Ver más
