Pasó casi un mes desde la asunción de Donald Trump de la presidencia de los Estados Unidos y es muy difícil cubrir todas las medidas tomadas por el nuevo Gobierno.
Hay un video que data del año 2019 donde Steve Bannon, conductor del podcast de ultra derecha War room (Sala de Guerra) y ex estratega en jefe de la Casa Blanca durante la primera presidencia de Trump, dice lo siguiente: “el partido opositor son los medios de comunicación…los medios sólo pueden enfocarse en una sola cosa a la vez. Lo que tenés que hacer es inundarlos de mierda, cada día los golpeamos con tres cosas, muerden una de ellas y así hacemos todo lo que tenemos que hacer, bang, bang, bang; esta gente no va a poder recuperarse”.
Esto es exactamente lo que se siente luego de cuatro semanas de Gobierno. Recibimos notificaciones permanentemente de órdenes ejecutivas, declaraciones disparatadas, acciones sin precedente y los ciudadanos comienzan a desconectarse porque sienten que la situación política los abruma.
Si bien no todas las medidas que el gobierno de Trump quiere impulsar pueden convertirse en realidad, lo que queda claro es que hay un esfuerzo de que las decisiones pasen solamente por el Poder Ejecutivo y hacer irrelevante al Congreso.
El historiador Timothy Snyder nos advierte que el Golpe de Estado efectivamente está sucediendo y que si no lo reconocemos podría ser exitoso.
En su artículo en la cuenta de Substack “Por supuesto es un golpe de estado”, el historiador Timothy Snider explica que los Golpes de Estado actuales no se parecen a los de hace unas décadas atrás: un grupo de hombres armados irrumpen la casa de Gobierno y se instalan en el poder. “Ahora imagina la siguiente escena: dos docenas de hombres van oficina por oficina de Gobierno vestidos de civil y solo armados con zip drives….acceden a las bases de datos del Gobierno federal…y proceden a entregar la información y el poder de parar todo tipo de pagos gubernamentales al líder supremo”. Finalmente Snyder nos advierte que el Golpe de Estado efectivamente está sucediendo y que si no lo reconocemos podría ser exitoso.
Una de las medidas que tomó Trump es congelar la transferencia de dinero para programas de Gobierno, lo que fue detenido por un juez. Sin embargo, esta semana Elon Musk ingresó con un grupo de jóvenes especialistas en informática al Tesoro, quienes interceptaron el sistema de pagos federal. Esto significa que no sólo tienen la información personal de millones de ciudadanos y sus cuentas bancarias, sino que podrían decidir congelar ciertos programas por considerarlos, según ellos, un “desperdicio de dinero”, sin mediar auditoría alguna. Aclaremos que DOGE (Ministerio de Eficiencia Gubernamental), la agencia del gobierno que dirige Elon Musk, fue creada a través de una orden ejecutiva. Los funcionarios máximos que ocupan los ministerios son designados por el Presidente y deben asistir a una entrevista ante un comité bipartidario en el Congreso, quienes votan su aprobación o no. Esto no ocurrió con Musk.
Así es como Musk decidió unilateralmente “congelar” la agencia USAID (US Agency for International Development) con alrededor de 10.000 empleados esparcidos por el mundo. Esto ha provocado, por ejemplo, que vacunas que estaban siendo conservadas en cadena de frío sean desperdiciadas por el corte del aire acondicionado en las instalaciones, o que no puedan ser distribuidas. Funcionarios de esta agencia fueron impedidos de entrar a sus oficinas en Washington DC. Esto es parte de una medida tomada por Trump el primer día de su Gobierno: el congelamiento por 90 días de todo tipo de ayuda humanitaria internacional.
Si bien cada una de estas medidas se topa con procesos judiciales que impiden su avance de manera temporaria, empezamos a ver atisbos del impacto que tendrán sus órdenes ejecutivas en la vida cotidiana de los ciudadanos. Por el congelamiento de fondos corre riesgo, por ejemplo, investigaciones médicas y de salud pública, desbalanceando presupuestos universitarios. Están en la mira programas de inclusión de diversidades (DEI o Diversity, Equity and Inclusion). No se permitirá el ingreso de personas trangénero a las filas de las instituciones militares, como tampoco se brindará cobertura médica de tratamiento hormonal a menores de edad. Además, esta semana se ha enviado un correo electrónico a todos los empleados públicos pidiendo su renuncia voluntaria. Ofrecen pagarles hasta septiembre de este año sin ir a la oficina a trabajar, como sucede en Argentina en la gestión Javier Milei.
Su promesa de campaña de deportar masivamente a inmigrantes indocumentados que hayan cometido delitos se está llevando a cabo de manera indiscriminada. La mayoría de los que son detenidos no tienen cargos criminales y se está realizando de manera caótica, a veces llevándose detenidos a ciudadanos estadounidenses.
El terror en la comunidad de indocumentados es latente, hay padres que ni siquiera quieren enviar a sus hijos a la escuela. El DHS (Department of Homeland Security) encargado de las deportaciones, tiene el derecho de entrar a escuelas, iglesias y hospitales.
Las organizaciones que protegen los derechos de los migrantes han creado campañas y materiales educativos para enseñarles sus derechos y lo que deben y no deben hacer si los vienen a buscar a su casa, los detienen en la calle o en sus lugares de trabajo. El Gobierno ya ha enviado contingentes de migrantes deportados a Colombia, Brasil, México y Perú. Los migrantes entrevistados por medios locales se quejan de haber sido trasladados en aviones militares en malas condiciones y esposados todo el viaje. Ya están trasladando migrantes a la cárcel de Guantánamo, la que quieren acondicionar para recibir hasta 30.000 migrantes. El terror en la comunidad de indocumentados es latente, hay padres que ni siquiera quieren enviar a sus hijos a la escuela. El DHS (Department of Homeland Security) encargado de las deportaciones, tiene el derecho de entrar a escuelas, iglesias y hospitales, lugares que hasta en la gestión Demócrata anterior los agentes migratorios tenían prohibido el ingreso.
Se realizaron varias marchas de protestas contra Trump y Musk en todo el país con escasa cobertura mediática. Esta semana hubo una avalancha de llamados telefónicos de ciudadanos desesperados a sus representantes legislativos. Es normal que los legisladores de ambas Cámaras reciban llamados de sus representados. Según el New York Times, los congresistas reciben una docena de llamadas por minuto, la semana pasada recibieron unas 1.500 por minuto. Los Demócratas están dormidos, no reaccionan a esta nueva situación que requiere de acciones urgentes y sin precedentes: bloqueos legislativos, procesos judiciales, participación en protestas, utilizar los medios de comunicación de modo estratégico, ir físicamente a las oficinas de las que se está extrayendo información de manera ilegal y realizar declaraciones a la prensa, etc. Sin embargo, no parecen estar a la altura de las circunstancias.
Ezra Klein, periodista del New York Times, dijo que “Trump actúa como un rey, porque es muy débil para gobernar como un presidente”, ya que si él tratara de pasar estas órdenes ejecutivas como proyectos de ley, no tendría los votos suficientes para convertirlas en ley. Esto mostraría a Trump débil, y si hay algo que Trump odia es verse en el papel de perdedor –loser-.
Ver más
