Panorama Político

Mensajes de Cristina, del Peronismo, JXC, del Poder Judicial, el Pueblo y “la gente”

El lawfare. Los poderes reales y la calle; el económico y el Peronismo. Juntos por el Cambio y la represión, vallados por la interna. El injerencismo externo. El pueblo y “la gente”.

El voto y la calle son los únicos bastiones que tiene el Peronismo para poder disputarle el poder real a los grupos económicos. Estos históricamente cuentan con los resortes de la economía, el aparato judicial, los grandes medios de comunicación y las relaciones internacionales y financieras. Pueden devaluar, meter presos y proscribir dirigentes, reprimir, hacer golpes de Estado. Por la pandemia primero, luego por falta de decisión política y por el excesivo internismo en tercer lugar, El Frente de Todos resignó la presencia en el territorio. Lo único que le duele a la derecha es el Peronismo en la calle.
Ahora, por un error ajeno, recuperó mística y su cultura “movimientista”. De abajo hacia arriba, la defensa de la líder Cristina Fernández ante el avance del lawfare –guerra judicial- creció desde el pie. En muchos casos “a pesar” de la apatía política de muchos dirigentes. Ahora “pareciera” que el Peronismo volvió a unirse y encolumnarse detrás de Cristina. Permítanme dejar un margen de dudas. En varios de ellos se nota que lo hacen a desgano, empujados por las bases, pero no es genuino.

Lawfare Nacional y Popular

Hay muchos antecedentes de persecución política aquí y en toda América Latina. Esa estrategia mediática- judicial vinculada a la injerencia de la embajada de EE.UU. no es nueva. Es más, es una táctica actualizada de una estrategia histórica superior; el encarcelamiento de líderes populares y el derrocamiento de sus gobiernos.
Pero es inédito que una Vicepresidenta en ejercicio sea víctima del Poder Judicial y mediático en pleno gobierno popular, del que es parte. La oposición de derecha económica, mediática, judicial y partidaria –el orden NO es casual- se creyó con tanto poder como para “clausurar” culturalmente al Kirchnerismo, como ya lo intentó durante las dictaduras con el Peronismo. Para las y los más jóvenes, el Kirchnerismo es el Peronismo. Para los más grandes el Peronismo se expresa contemporáneamente en Néstor y Cristina. Llegan desde distintos tiempos históricos al mismo lugar Nacional y Popular.

Es inédito que una Vicepresidenta en ejercicio sea víctima del Poder Judicial y mediático en pleno gobierno popular.

El error de Juntos por el Cambio, fiscales y jueces es que se cebaron. No esperaron su turno, ganar las elecciones. Quisieron, quieren, proscribir a Cristina “durante” el gobierno del FDT. Ése sería el “helicóptero” de Alberto. Implicaría quebrar al Peronismo. Vieron con la endeblez y la tibieza que se manejan muchos de los referentes partidarios, sindicales y de los movimientos sociales, y dijeron: “Vamos, es ahora, están rotos internamente, débiles. Con esto los terminamos de quebrar”. Por eso el carácter inédito del lawfare en pleno Gobierno del FDT. Pero no tan fácil borrar la memoria colectiva popular… El pueblo dio un mensaje.
El  legado de Cristina tiene historia, 12 años de gobiernos populares. El fallido del Poder Judicial y mediático también: 12 años de cárcel y proscripción política perpetua. Mensaje enviado en plena gestión de Alberto Fernández. Ni él ni nadie del FDT –Cristina incluida- lograron modificar un ápice de la Corte Suprema, ni de las Cámaras, jueces, procuradores –nacional y provincial- ni fiscales. Primero la responsabilidad era de la “albertista” Marcela Losardo al frente del Ministerio de Justicia y DD.HH. No hizo nada y se fue criticada por Cristina. Asumió Martín Soria y gritó más, fuerte y claro, pero tampoco cambió nada. Es contrafáctico, pero daría la sensación que si Claudio Bonadío estuviese vivo, llamaría a indagatoria a Cristina por cualquier causa; todas las tendría él.

En JXC quisieron, quieren, proscribir a Cristina “durante” el gobierno del FDT. Ése sería el “helicóptero” de Alberto.

Oposición política

Sus dirigentes “se matan”  mutuamente. Las vallas debieran estar entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, por ejemplo. Espiando todo por detrás y por arriba está Mauricio Macri. No hay halcones y palomas, son gorilas. Tampoco son nada nuevo, sino la derecha de toda la vida. Los mensajes cruzados son internos, disputan su electorado y el que se les filtra por la ultraderecha con Javier Milie (¿dónde está?). Es su proceso electoral interno anticipado. También se cebaron. Ese error es el dato positivo que le sucedió al FDT. Es posible que se doble, difícil que se rompa. El verdadero poder económico le pide a la oposición de derecha que se amplíe. “Hagan una coalición ahora, no esperen al 2023″, sentenció públicamente Marc Stanley en la 19ª edición del Consejo de las Américas. Injerencismo puro, nadie se espantó, el Gobierno tampoco.

La represiòn de la Polic`´ia de la Ciudad de Horacio Rodrìguez Larreta.

Juntos por el Cambio se endurecerá en su oposición. Ni que hablar si ganaran las elecciones. Este repaso le toca a buena parte de la militancia y el electorado del FDT. Para que critique, sí, porque hay que traccionar hacia izquierda, porque a la derecha ya hay demasiado. Pero sin romper, jamás, siempre sumando, nunca restando. Esto último le cabe al internismo del FDT.
Es mentira que la sociedad está polarizada hacia los extremos; la radicalización es sólo por derecha, el otro polo está cada vez más corrido al centro. Las sociedades, no sólo la nuestra, salió de la pandemia derechizada. Las extremas derechas crecen en casi todo el mundo. Hay excepciones, sí, claro, pero que los progresismos ganen las elecciones no garantiza que puedan gobernar. Hay triunfos, pero también alarmas: en Colombia –Gustavo Petro ya sufrió un atentado a su seguridad-: en Chile –la reforma de la Constitución se camina al fracaso-; y ojalá Lula sea presidente en Brasil –pero Jair Bolsonaro quiere triunfo o golpe de Estado-. Esa idea es la que sostuvo Cristina cuando eligió a Alberto; le dijo: “Yo puedo ganar, pero no me van a dejar gobernar”. Para quienes ningunean el concepto, eso es lectura de la correlación de fuerzas. No es sólo que con Cristina sola no alcanza para ganar, después viene lo más difícil, gobernar.

Mensaje al Gobierno: la duda

Aún si la unidad del Peronismo fuese genuina y se abroquelara unívocamente detrás de cfk contra el lawfare, -porque no es sólo contra Cristina sino contra todo el Peronismo y la Democracia misma-, por sí sola no alcanza. Es condición necesaria, no suficiente. Ahora hay que vincular la epopeya política, la mística, con el Gobierno.
Es indispensable unir esa batalla política con la gestión económica: evitar las presiones devaluatorias, comenzar lentamente a reducir la inflación, bajar los índices críticos de pobreza e indigencia, subir los salarios, redistribuir los ingresos. Esos mensajes deben llegarle al grueso de la población. “A la gente” no le interesa la represión, ni los gases lacrimógenos a personas mayores. Mucho menos si detienen ilegalmente a militantes y diputados provinciales. Es triste, pero es así. Está mucho más lejos de Cristina de lo que a muchos y muchos nos gustaría.

El Peronismo se reactivó, al fin… Pero cuidado, es una reacción a un ataque. Es una lucha defensiva, no se pasó a la ofensiva.

En el Gobierno del FDT pueden perseguir a la Vicepresidenta. El Peronismo se reactivó, al fin… Pero cuidado, es una reacción a un ataque. Es una lucha defensiva, no se pasó a la ofensiva. No se tocó ningún resorte del poder real. Sólo –no es poco, pero solamente- se moviliza para proteger a CFK. Es un gran paso cualitativo, pero no más. Así y todo, siendo oposición, JXC reprimió. Así y todo quieren proscribirla. La persecución unificó a una parte importante del Peronismo, otros todavía Evita(n) poner el cuerpo en la calle. La CGT también está en “veremos” internos, aunque la presión de las bases la empujan a la calle. El Peronismo de la Ciudad dio una buena señal. El PJ de la provincia de Buenos Aires, intendentes incluidos, parece estar a la altura de la circunstancias. En las provincias también hubo buenas respuestas. Creció desde el pie, bienvenido sea. Eso sí es Peronismo. Esperemos que a los dirigentes les dé el cuero y que no sea una puesta en escena. Con los dirigentes a la cabeza, o… Todos y todas unidas continuaremos.

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