Segundo semestre
A veces los calendarios anuales no coinciden exactamente con los políticos, donde el segundo semestre ya se inició. La agenda del Gobierno es otra: de las restricciones, a la flexibilización de la movilidad social, junto a la aceleración del plan de vacunación; del ordenamiento de las cuentas fiscales macroeconómicas, a la inyección de dinero en el bolsillo de los sectores medios bajos y bajos para la reactivación económica. Esos temas se imponen como la “nueva” agenda, o mejor dicho como la agenda actualizada. Pero a la vez conviven con otras problemáticas de mediana y larga duraciones, como los precios de los alimentos en particular, y la inflación en general. En ese contexto, ya comenzó el segundo semestre, el del calendario electoral.
El oficialismo
El Frente de Todos parte con algunas ventajas, otros puntos en contra y algunas cuentas en el debe. En el haber está lo que será el eje de su campaña electoral: el exitoso plan de vacunación contra el Covid que avanza a muy buen ritmo. Casi 20 millones de personas recibieron, al menos, una dosis. Más de 23 millones llegaron al país: “Argentina se ubica entre los 20 primeros países que más más vacunas ha sumistrado”, destaca con razón el Presidente. En contra tiene el aún incierto devenir de la pandemia, sobre todo con el grave riesgo que asoma llamado cepa Delta. El Gobierno aún no cerró la frontera con todos los países donde esta variante ya circula comunitariamente. Cuatro de cada diez paseantes que ingresan del exterior no realizan el aislamiento debido; con un irresponsable puede ser suficiente. Sopesa costos-beneficios de lo que sería leído como una “nueva” restricción. Y dilata la decisión… Lo cierto es que donde se convirtió en una variante de circulación comunitaria, las autoridades debieron volver a “cerrar” actividades, pese a ser países ejemplos en el mundo por la cantidad de vacunas inoculadas, como Israel. Así, suena insensato que estén abiertas las fronteras para ir a pasear a Miami. Otro es el caso cuando son viajes laborales impostergables. Los contagios bajaron en los últimos días, pero todavía superamos los 20 mil diarios –básicamente los martes, miércoles y jueves que son los días testigo-. “Si logramos avanzar con la vacunación y con los cuidados, seguramente va a ser menos importante el rebrote y podamos sostener este descenso que se está viendo en la mayoría de los aglomerados urbanos”, pronosticó Carla Vizzoti, ministra de Salud. Hay avances, una leve mejoría, pero el paciente sigue en un estado grave. Y no toleraría otro invasor que requiera una nueva internación, esto es, un cierre fuerte de las actividades económicas.
En el plano estrictamente político tiene otro punto a favor: la interna del Frente de Todos está “ordenada”. Además, todo oficialismo cuenta siempre con el “aparato del Estado” para volcar recursos en la sociedad.
También le es positivo que renueve “solamente” 50 diputados/as, producto de su mala elección de 2017, donde además fue dividido. Mantendrá 69 hasta 2023. Así, si sumara entre siete y diez bancas estará cerca del quórum propio -129-, esto es, las manos que hacen falta para tomar decisiones.
En el plano estrictamente político tiene otro punto a favor: la interna del Frente de Todos está “ordenada”. Además, todo oficialismo cuenta siempre con el “aparato del Estado” para volcar recursos en la sociedad, y en eso también parece haber llegado el segundo semestre. El primero fue el tiempo de ordenar las variables macroeconómicas, a eso se dedicó el ministro Martín Guzmán. Esta semana acordó con el Club de París. Ahora es otro tiempo y, sobre todo, las necesidades sociales, en amplios sectores es acuciante. En julio se esperan “aguinaldos o bonos por única vez” que buscarán compensar la pérdida de los salarios formales y los ingresos informales frente a la inflación. Serán unos 100 mil millones de pesos extras a los aguinaldos tradicionales que impactarán fuertemente en septiembre, el Estado recuperará bastante de eso vía recaudación y lo volverá a inyectar antes de las elecciones legislativas – las PASO serán el 12 de septiembre y las generales el 14 de noviembre-. A ello hay que sumarle lo que sentirán 1.267.000 trabajadores, jubilados y pensionados que dejarán de pagar ganancias. Y otras 102.741 personas pagarían menos. Para monotributistas habrá una ley –cuando la oposición habilite el quorum-, pero mientras tanto se corrigió el error por la deuda retroactiva. Según las estimaciones, la economía en 2021 crecerá entre el 6 y el 7 por ciento, lo que implica una recuperación importante con respecto a los casi diez puntos perdidos el año pasado. Para destruir fuentes de trabajo, un año de Pandemia alcanza, -dimensionemos los cuatro de Mauricio Macri-, crecer y generar nuevos puestos es más complejo. Como en el fútbol, es más fácil marcar e interrumpir al rival, que las gambetas y los goleadores, que escasean.
Otra cuestión son los –varios- errores no forzados del Gobierno, comunicación política incluida. Instalar temas propios en agenda es indispensable, pero hacerlo cuando la correlación de fuerzas no da, son goles en contra. No están los votos para la reforma judicial: hubo cambio de ministro de Justica, un par de gritos, y la única verdad es la realidad: de ahí en más el Gobierno no pudo sostener ni siquiera un DNU. La vicepresidenta puso en agenda la necesaria integración del sistema de salud, pero todo hace suponer que tampoco hay fortalezas para ir en momentos de pandemia contra los laboratorios y el sistema de salud privado por la capacidad de lobby que tienen. Ojalá que no sea así, pero pareciera que “el momento” no es ahora, sino después, inmediatamente después, de un hipotético triunfo electoral. Lo mismo sucedió con la declaración de la comunicación como servicio esencial: el Ejecutivo tomó una decisión, pero el poder Judicial jugó para su equipo, los grandes grupos concentrados de medios, Telecom (Clarín), y habilitó aumentos de hasta el 20 % que ya comenzaron a llegar. A veces, en política las discusiones hay que darlas cuando se las pueden ganar.
Serán unos 100 mil millones de pesos extras a los aguinaldos tradicionales que impactarán fuertemente en septiembre, el Estado recuperará bastante de eso vía recaudación y lo volverá a inyectar antes de las elecciones legislativas
El principal problema para el Gobierno, y para las/os argentinos, será contener los precios de los alimentos, esa patología crónica de la Argentina. Será indispensable para que la inyección de dinero no se vaya por la “canaleta de la inflación”, se sabe que aquí ratas sobran. Y el impacto es doloroso social y electoralmente.
JC: ¿Juntos por el Consenso o por el Conflicto?
Juntos están, y estarán. Saben que es condición indispensable para enfrentar al Frente de Todos. Ahí no hay grieta: la unidad es condición sine qua non para ambos espacios políticos. Pero a diferencia del Gobierno, en la oposición se matan: “Juntos por el Cambio se está convirtiendo en una telenovela del PRO”, graficó el gobernador de Jujuy Gerardo Morales… Sí, es de JC. Están Juntos, pero no se sabe si por el Cambio, por el Consenso o por el Conflicto. Mauricio Macri quiere seguir como líder indiscutible de esa fuerza, el problema es que, como la gran mayoría de los argentinos, no le creen. La división no es entre halcones y palomas, o duros y dialoguistas, sino por poder, por la conducción del espacio. En el PRO hay dos grupos conformados, pero la separación más correcta pareciera ser entre quienes mandaron espiar a sus rivales internos (Macri, Patricia Bullrich) y quienes fueron espiados (Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal, Diego Santilli). Si hay alguien que sabe cómo funciona ese clan, es el primo Jorge Macri, intendente de Vicente López: él supo ser una de las semillas de la discordia luego enfrentarse a Mauricio y ahora volvió a encolumnarse. ¿Por qué? “Él sabe y conoce cosas que ninguno de nosotros comprende”, reveló Jorge Macri. Una frase que, haciendo referencia a quien mandó a espiar a propios y extraños, mete miedo. Y así busca ordenar la interna. Para eso quiere mandar a Vidal a –perder otra vez a- la provincia de Buenos Aires y a Patricia Bullrich a ganar en CABA. Claro, Larreta, quien se PROpone como el nuevo líder, no quiere saber nada. Juntos por el Consenso, difícil; por el Conflicto podría ser… Hoy por hoy pareciera que tendrían que resolverlo en internas, y teniendo en cuenta “los nenes” que se enfrentarían, son peligrosas. Renueva 60 diputados, fruto de su gran elección de 2017. Todos quieren entrar, no habrá lugar.
En el PRO hay dos grupos conformados, pero la separación más correcta pareciera ser entre quienes mandaron espiar a sus rivales internos y quienes fueron espiados.
Ahí, los Radicales ven una posibilidad de meter por fin un candidato propio fuerte en la provincia de Buenos Aires, el neurólogo Facundo Manes. Uno de los hombres con más lobby y apoyo empresarial y mediático de todos y todas. Lo construyen impoluto, “outsider” de la política; muy peligroso. Elisa Carrió también lo apoya, siempre y cuando le permitan “colar” diputados propios para que su fuerza no quede condenada al ostracismo –renueva ocho de sus 14 bancas-. De ella se sabe que rompe mejor de lo que arma.
Los Radicales ven una posibilidad de meter por fin un candidato propio fuerte en la provincia de Buenos Aires, el neurólogo Facundo Manes.
El resto son los que están a la derecha de la derecha, que de “libertarios” tienen sólo el nombre. Crecieron, y van a crecer más. Ahora, en el corto plazo, si no van Juntos –a- por el Cambio, le harán un favor al oficialismo. En el mediano y largo plazos representarán un grave problema para la sociedad argentina, como lo son Jair Bolsonaro en Brasil, Vox en España o Le Pen en Francia. Esperemos que nunca lleguen a tener ese nivel de representatividad. Tensionan más “a derecha”, como si hiciera falta.
Y también están los “peronistas” no “peronistas”. Los que siempre van a “robar” unos puntitos en las elecciones legislativas, que es lo único que más o menos saben hacer. En esos momentos, cada cuatro años, aparecen. Florencio Randazzo, por ejemplo, quien hablaba en contra del “dedo” cuando no fue elegido “a dedo” candidato a presidente, como quería”. Para él, entre otros, la apotema es: “primero las personas –yo-, después el movimiento y por último La Patria”.
Por ahí anda el Interbloque Federal –con Juan Schiaretti-, que renueva siete de sus 11 legisladores Por último, el FIT sus únicas dos bancas –que no se rompa-.
Juntos por el Cambio no tiene una agenda renovada para ofrecerle al electorado. Está claro que de economía y de bienestar social no puede hablar con propiedad. Por ese motivo su única estrategia desde el inicio fue que la gestión del Frente de Todos sea peor que la neoliberal de Mauricio Macri y Cambiemos. Así apostaron al colapso sanitaria promoviendo los contagios, militando la no vacunación y denunciando envenenamiento. Ningún dirigente político bien intencionado puede celebrar un fallecimiento por Covid, nadie bien intencionado… De economía, de puestos de trabajo, de tarifas, de inauguración de hospitales, de vacunaciones, en Juntos por Conflicto no pueden hablar, así que algunos harán campaña con los más de 90 mil fallecidos.