política

Una huelga llamada Maradona

Por Agustín Lecchi*

La noticia que nunca quisimos contar pospuso un paro general del Sindicato de Prensa (SiPreBA) previsto para el 26 de noviembre. Fue también nuestra manera de homenajear a Diego y de honrar con compromiso y vocación nuestra tarea comunicacional. Finalmente, el jueves 3 se paralizarán las principales redacciones del país. 

Sobre el Diego ya se escribió muchísimo y desde todos los ángulos. Pero el miércoles pasó algo que estuvo ausente en los grandes medios: por primera vez, y seguramente también por última, un sindicato levantó una huelga por salarios como homenaje al Diez. 

El Sipreba postergó el paro por la muerte de Maradona
El Sipreba postergó el paro por la muerte de Maradona

El Sindicato de Prensa de Buenos Aires tenía convocado un paro de 24 horas para el jueves 26 como parte de una jornada nacional de lucha de la FATPREN, la Federación Nacional de Trabajadores de Prensa. Nuestra actividad, durante los cuatro años de Macrismo, perdió 4500 puestos de trabajo y más del 40% de poder adquisitivo, como resultado de paritarias firmadas a espaldas de los trabajadores y trabajadoras. La pandemia no hizo más que agravar la situación, y como respuesta se llevaron adelante decenas de medidas en los medios más importantes de prensa escrita, como Clarín, Página 12, Olé, Editorial Perfil, El Cronista Comercial, Diario Popular, Ámbito Financiero, entre otros.

Maradona es de los trabajadores, no de los patrones

Convocar un paro general no es sencillo en ninguna actividad. Los historiadores tienen la posibilidad de narrar importantes acontecimientos despegados de las sensaciones del momento y de los protagonistas. Así, grandes huelgas obreras suelen ser descriptas como elementos de un componente científico destinadas a suceder en el devenir histórico.

Maradona siempre apoyó las luchas de los trabajadores de prensa.
Maradona siempre apoyó las luchas de los trabajadores de prensa.

Ese análisis ignora determinadas situaciones concretas de toda lucha: los miedos, las angustias personales frente a presiones patronales o familiares, la incertidumbre, esa sensación de saber cómo empieza pero no cómo termina un conflicto. Sin querer sobredramatizar cuestiones que se tienen en cuenta cuando se decide ir a una huelga, cuento esto para darle la magnitud que merece el hecho de levantar, suspender o posponer un paro en pocos minutos, algo de lo que lejos de arrepentirnos, nos enorgullece por la lucidez, sensibilidad y rápida capacidad de quienes motorizaron esa decisión en tiempo récord.
Como a todos, la noticia nos tumbó. Primero pensamos que era una fakenews a la que nos acostumbró la lógica de las redes y la precarización de nuestro gremio, muchas veces responsable de no poder chequear o trabajar con tiempo una noticia. Por un rato quedamos anonadados, como un boxeador cuando recibe un cross bien puesto en la mandíbula.
Después, quienes trabajamos en medios porque la pandemia o las políticas de ajuste de los empresarios no nos sacaron de una redacción, seguramente tuvimos un sentimiento contradictorio: sentir esa mezcla de bronca y tristeza por la muerte de Diego, pero también adrenalina y pasión de cubrir una noticia así. Desde el rol que sea: en un móvil, a través de una lente, gestionando notas con mil llamados y WhatsApps, tipeando un teclado humedecido de lágrimas, en un estudio, diagramando un suplemento especial, locutando, editando imágenes o recuperándolas en un archivo. Digo sensación contradictoria porque nadie quería que suceda, pero ahí estaba la noticia, y con esa noticia, el fuego que se genera en una redacción crece. No es el fuego de los patrones, de los dueños de los medios que nos precarizan, los que ordenan meter un dron en una casa o en una ceremonia privada, los que se llenan los bolsillos con las ventas de diarios que se quintuplican con una noticia así, con los puntos de ráting de dos dígitos o con los miles de millones de visitas, el clickbait y los likes.
Es otro fuego: lo que nos motiva a nosotros, trabajadores de la comunicación, es algo que tiene que ver, inevitablemente, con el laburo colectivo y todo lo que se genera ahí. Y en estos días, ésa fue nuestra manera colectiva de exorcizar una muerte que no queríamos que suceda ni contar. De esa manera, cada compañero y compañera homenajeó con su mejor nota, su mejor salida, su mejor laburo, al mejor de todos los tiempos. Al que nos hizo felices.  

Homenajear al Diego con nuestro trabajo y con nuestra lucha

Mucho se dijo del Maradona rebelde que surgió y nunca se olvidó de Fiorito, que enfrentó a los poderosos desde el sur de Italia y los cuestionó cada vez que pudo, o que se solidarizó con los humildes, el del No al Alca, el castrista, el de Palestina Libre. Ya se habló del Maradona sindicalista de la Asociación Internacional de Futbolistas Profesionales.
También contamos, durante estos días de llanto popular y desconsuelo general, de su apoyo a las luchas de prensa, las últimas de Télam y Clarín. Pero también de las más personales, como su respaldo a Pablo Llonto cuando fue despedido en 1992 por ser delegado sindical del diario de Ernestina Herrera de Noble y Héctor Magnetto. Diego no le dio notas a Clarín durante dos años por ese despido. Y cada vez que se las solicitaban, pedía su reincorporación.   

Maradona es de los trabajadores, no de los patrones
Maradona es de los trabajadores, no de los patrones

Por todo esto, este jueves tres el paro tendrá este sabor amarguísimo pero mezclado con el orgullo de ser una medida a la que le puso fecha, nada más ni nada menos, que Diego Armando Maradona. Lo haremos después de haber cumplido con compromiso y vocación nuestra tarea en coberturas históricas, difíciles, sumamente difíciles e inolvidables.
Como decimos siempre, nosotros amamos nuestro trabajo, por lo tanto, hacer un paro no es algo grato exento de contradicciones. Pero justamente lo hacemos porque defendemos nuestro trabajo. Porque para hacer un periodismo decente, como suele decirnos nuestro compañero de Telefé y el SiPreBA Diego Pietrafesa, hacen falta salarios y condiciones. 
Así dijimos en nuestras redes y está bien que ningún medio lo haya reflejado, porque era una noticia contra los dueños de esos medios: “#SoloPorDiego: por la despedida de Maradona, se reprograma el #ParoSiPreBA en prensa escrita para el jueves 3/12. Diego Maradona siempre estuvo junto a les trabajadores de prensa, como en las luchas recientes por los despidos en Télam y Clarín.
En respeto a su memoria, ante la situación excepcional mundial de su partida y lo que implica para nuestra tarea como comunicadores, desde la Comisión Directiva y el Plenario de Delegades de Prensa Escrita resolvemos reprogramar la jornada de lucha porque #ElSueldoNoAlcanza y convocar el #ParoSiPreBA para el próximo jueves 3/12. Desde el SiPreBA abrazamos a su familia y decimos «¡Gracias, y hasta siempre Diego! Sindicato de Prensa de Buenos Aires – @sipreba”. 
La imagen de Maradona, como la del Che, ya aparece –como escudo y como bandera– en las primeras filas de las revueltas y protestas de este nuevo mundo sin Diego, que tanto nos cuesta aceptar. Ahora, a la huelga compañerxs. 

*Agustin Lecchi es periodista y delegado en la Televisión Pública. Dirigente sindical del Sipreba y de la Fatpren.

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