Desde Bogotá

“Colombia es un país con muchos grises, la situación es muy complicada de entender”. Así de enredada resulta la crisis que vive el país latinoamericano desde los inicios del conflicto armado. Agenda Sur dialogó con el periodista italiano Bruno Simone quien desde hace mucho tiempo se interesó por la situación en este país. Bruno nos habla sobre el proceso político actual y la historia de una violencia que parece no tener fin.

“Estamos en un momento muy crítico, el gobierno de Iván Duque no está respetando los acuerdos que se firmaron en 2016 en La Habana. Los acuerdos se comenzaron a tratar en un momento de ‘boom’ económico, luego vino la crisis petrolera, la plata se empezó a acabar y este proceso de paz preveía que el Estado gastara para llegar a todas las zonas rurales y así evitar que otros ocuparan el rol estatal”. La otra pata que explica la fragilidad de un acuerdo que no logra ser respetado por el gobierno fue el reciente anuncio de los líderes de las Farc Iván Márquez y Jesús Santrich de volver a la lucha armada. “Estamos viendo una fragmentación de los actores del conflicto. Hasta 2016, las FARC eran un cuerpo único, con una cadena de mando única, ahora existen diferentes disidencias y las relaciones entre ellas, no son muy claras. Ahora se dividieron y salieron del proceso de paz”. 

Los actores que protagonizan el conflicto armado han cambiado, nunca se mantuvieron estáticos desde el punto de vista político y geográfico. Para Bruno lo que siempre se ha mantenido detrás de esta dolorosa historia con miles de muertos y colombianos desplazados, es el negocio del narcotráfico. “El negocio que siempre estuvo presente en el conflicto armado siempre fue el narcotráfico. La lucha contra el narcotráfico fracasó. En este momento Colombia produce la más grande cantidad de coca en su historia”. 

Otro de los actores que interactúa en esta larga saga de violencia es el paramilitarismo cuyo nacimiento adjudican al expresidente Álvaro Uribe. “Los paramilitares nunca han desaparecido, son básicamente los mismos grupos, el clan del golfo que controla la selva que une Colombia – Panamá, es un grupo que se ha fortificado mucho”. Hoy, por primera vez en la historia de Colombia un exmandatario podría ser condenado. Uribe está siendo juzgado, acusado de intentar comprar testigos en una causa que involucra a paramilitares.“En este proceso todos los testigos tanto a favor como en contra de Uribe son paramilitares, es decir que se vuelve innegable, la relación que hubo entre el presidente Uribe y el bajo mundo paramilitar en Colombia. Su hermano está preso por esto, y un helicóptero de su papá fue encontrado en la más grande cocina de coca nunca antes descubierta en Colombia, denominada ‘Tranquilandia’. Hoy, por primera vez, las relaciones de la familia Uribe, con el bajo mundo relacionado con el narcotráfico, están a punto de ser analizadas por una entidad judicial”. 

En octubre de 2016 el gobierno de Colombia preguntó a la ciudadanía si estaba a favor o en contra de los acuerdos firmados entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las Farc. “Cuando Santos pidió un referendo la mayoría de la población dijo ‘no’ ”.  Fue el año en el que descubrimos que las redes sociales, tenían una fuerte influencia en las decisiones de voto de los ciudadanos, porque fue el año del Brexit y de la elección de Trump. También es cierto que la mayoría de esas personas fueron manipuladas con ‘fake news’, que mentían sobre el significado del acuerdo. Detrás de esta manipulación estaban Uribe y su partido”. 

Para Bruno, el proceso de paz está fracasando y el gobierno actual no tiene ninguna intención de que la situación se recupere. “Quien manda es Uribe. El expresidente tiene su poder electoral desde la guerra, sin guerra no existe Uribe”.

Lo que tampoco cambia en Colombia es el sistema político. Para Bruno, en Colombia hay una “democracia hereditaria”, “donde abiertamente se habla de ‘familiares presidenciales’ ”. “Los Santos son una familia de este tipo. Santos apostaba a realizar algún cambio y lo logró (acuerdo por la paz) por lo menos en papel”. 

Puertas hacia fuera Colombia ha logrado construir una alianza estratégica con los EE.UU. “El aliado histórico de Colombia son los EE.UU. y el conflicto colombiano ha servido para la intervención de los EE.UU”. Sin Washington el conflicto en Colombia hubiera existido de todas formas, la intervención de EE.UU fuerte empezó en el 99’ con el Plan Colombia que se trató de una ayuda militar que reforzó el ejército colombiano, esto sin la plata de los EE.UU no hubiera podido existir ”.  

En los últimos años la relación con Venezuela fue empeorando. Tanto Venezuela como Ecuador fueron de los países más perjudicados por el conflicto armado. Miles de colombianos migran hacia estos países por falta de oportunidades. “Colombia es uno de los países con más pobreza en América Latina, hay una migración colombiana muy fuerte por todo el continente”. 

Hoy, una eventual alianza entre la disidencia de las Farc y el ELN empeora la situación. Para Bruno existen relaciones en algunos niveles de estos guerrilleros con el gobierno venezolano y este escenario plantearía una verdadera razón para un nuevo conflicto entre Bogotá y Caracas. El ELN es uno de los grupos más favorecidos en la actual crisis “ha sido capaz de entrar en todos los territorios que las Farc dejó después de la firma del acuerdo”. Pero al mismo tiempo Bruno plantea una situación caótica en los territorios donde antes se sabía quien mandaba quien estaba a cargo de cada región. Hoy resulta muy confuso y muy peligros ingresar en el interior de la selva.

El acuerdo pende de un hilo. Duque no cumplió, Uribe ya lo había prometido y “durante la época de Santos la implementación del acuerdo también fue lenta”. Las formas son buenas pero la realidad es compleja. El acuerdo de Paz será consultado como modelo a seguir por los politólogos y otros analistas en situaciones de conflicto armado. En Colombia también rige una Constitución muy avanzada, opina Bruno, del año 1991, pero esto no significa que en la realidad se pueda visibilizar.

Las recientes elecciones locales y regionales en Colombia le dieron un contundente mensaje al presidente Duque. La derrota del uribismo en las urnas quizás marque un punto de inflexión para volver a creer que un proceso de paz es posible en un país asediado por la violencia en los últimos 40 años.