Biden debía demostrar una sola cosa durante este debate, que tiene energía física y mental para tener las riendas del país más poderoso del mundo; falló. ¿Cuáles son las opciones para reemplazarlo?

“Los demócratas entran en pánico luego del tropezón de Joe Biden en el terrible debate con Donald Trump”; “Biden lucha consigo mismo, mientras Trump fanfarronea en un debate contencioso”; “Biden se tropieza, mientras Trump dispersa falsedades”. Estos eran los titulares de los diarios Financial Times, New York Times y Washington Post, respectivamente, al finalizar el debate. Luego del patético show que los estadounidenses presenciaron con Trump y Biden en el escenario, a la mañana siguiente los medios apelan al reemplazo de Biden como candidato a Presidente demócrata. 
Daba vergüenza ajena ver cómo Biden se enredaba en sus propias palabras; por momentos no se lo escuchaba ni se le entendía, perdía el hilo de la conversación. Además, cuando agachaba la cabeza parecía que se estaba durmiendo. Todos los comentaristas coinciden: Biden debía demostrar una sola cosa durante este debate, que a sus 81 años todavía tiene energía física y mental para tener las riendas del país más poderoso del mundo; falló. 

Trump enérgico y enojado, no respondía las preguntas del periodista: fanfarroneaba que él fue el mejor presidente de la historia de los Estados Unidos y no paraba de decir mentiras o exageraciones en sus comentarios sin fact checking -verificación de los hechos- alguno. 
Según un articulo del Washington Post, los demócratas tienen dos alternativas complejas para cambiar de candidato. 1) Puede ser reemplazar a Biden durante la Convención Nacional Demócrata que se llevará a cabo el 19 de agosto en Chicago, donde se reúnen los delegados del partido para votar por el candidato definitivo. Recordemos que las elecciones primarias son indirectas, lo que votan las personas son los delegados, quienes a su vez eligen al candidato ganador durante la Convención. 2) Si ganara las elecciones el 5 de noviembre, se lo podría considerar incapacitado para ejercer el rol de Presidente y los electores durante la Convención seleccionarían al vicepresidente en su puesto, mientras se busca otro candidato. 
En este segundo escenario, las reglas de cada Estado varían, en cuanto a cómo deberían votar los electores. Podría ser caótico ya que no hay precedentes históricos. Hay una tercera opción y es esperar a que tome el mando y luego incapacitarlo, por lo que el vicepresidente ejercería el poder ejecutivo. 

La realidad es que cualquiera sea el escenario, nos encontramos en una situación que podría haberse evitado. El deterioro cognitivo de Biden no es nuevo y podrían haber asignado a otro candidato para ejercer el segundo mandato. El Partido Demócrata quiso ser conservador y mantener al presidente en ejercicio para que ejerza un segundo mandato si fuera elegido. 
La situación electoral es compleja: Biden y Trump están parejos en las encuestas. El disgusto por ambos candidatos es palpable. La gente no se encuentra motivada para ir a votar. Biden no sólo tiene la desventaja de ser el candidato presidencial más viejo de la historia, sino que hay un deterioro visible cuando habla y camina. Además, una porción importante de la población, sobretodo la franja de 18 a 35 años, es posible que no vaya a sufragar debido a su disgusto por las políticas de apoyo incondicional a Israel, aún en medio de un genocido y una hambruna inducida, lo que le daría una ventaja electoral a Trump.

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