Todos los años se aprueba sin mucho debate desde el Congreso de los Estados Unidos el envío de más de tres billones de dólares para financiar la violencia contra los Palestinos y el mantenimiento del sistema de Apartheid. En las últimas décadas, cada vez que Hamas realizaba un ataque a Israel o una intifada por parte de los Palestinos, era normal ver cómo el gobierno de los Estados Unidos apoyaba al Israelí incondicionalmente, justificando los crímenes -“los actos de exceso”- cometidos por Israel aludiendo al “derecho de Israel a la auto defensa”.
Luego del feroz ataque de Hamas el 7 de octubre a los asistentes al concierto y los residentes de los kibbutz, hubo un aluvión de apoyo al gobierno Israelí. Como era de esperar, Biden envió a su Secretario de Estado Antony Blinken – ex vicesecretario de Estado y asesor de defensa nacional del gobierno de Obama– de visita a Israel para brindarle el apoyo incondicional del gobierno de los Estados Unidos y la promesa de un envió adicional de dinero de 14 billones de dólares, además de armamento y apoyo de los servicios secretos. Enseguida enfilaron detrás de Biden los legisladores de un lado y del otro, al igual que los medios de comunicación. Sin embargo, esta vez hubo un quiebre llamativo.
JVP protagoniza en estos días los actos de desobediencia civil más grandes ocurridos en las últimas décadas.
Ni bien el gobierno de Netanyahu comenzó la lluvia de misiles en dirección a Gaza, los estudiantes universitarios y un grupo llamado Jewish Voices for Peace (Voces Judías para la Paz) inundaron las calles en protesta por los actos de represalia contra el pueblo Palestino. JVP protagoniza en estos días los actos de desobediencia civil más grandes ocurridos en las últimas décadas. Así reunió a cientos de personas en el capitolio gritando “Palestina libre” y “No en mi nombre” (refiriéndose a que no cometan actos de violencia en nombre de la comunidad judía). https://youtu.be/nbwNAqllmoo?si=ZTa2XStDxD4iQcYJ. Según explican en su página web, son “la organización anti-sionista más grande del mundo. “Somos un movimiento de base, multiracial, multi-clasista, intergeneracional conformado por Judíos-estadounidences en solidaridad con la lucha por la liberación del pueblo Palestino, guiados por una visión de justicia, igualdad y dignidad para todos” https://www.jewishvoiceforpeace.org/about/#mission
A medida que avanzaban los días y los bombardeos a Gaza se hacían más intensos y con grandes pérdidas de vidas, se notaron los resquebrajamientos en la cobertura mediática. La primera semana del conflicto la cadena MSNBC decidió suspender a sus tres periodistas musulmanes Mehdi Hasan (Inglés-Indio), Ayman Mohyeldin (Egipcio-Estadounidense) y Ali Velshi (Canadiense-Indio), y que debido a la repercusión negativa se vio obligada a reincorporarlos de inmediato a la semana siguiente. https://www.arabnews.com/node/2391271/media
Solo dieciocho legisladores del Congreso de los Estados Unidos firmaron una carta pidiendo al presidente Biden que exija el alto al fuego.
Antes y luego de la reincorporación, algunos de sus compañeros de la cadena se solidarizan invitándolos como comentaristas a sus programas en horario central. En Boston, un grupo de organizaciones de diferentes denominaciones religiosas se plantaron frente a la casa de la senadora demócrata Elizabeth Warren expresando su frustración por la falta de adherencia al cese del fuego en Gaza. “Nuestros legisladores necesitan escucharnos…tenemos el corage moral que ellos no tienen y seguiremos presionando hasta que lo tengan”, “…nuestro luto esta siendo utilizado por los militares Israelíes con el financiamiento de los Estados Unidos para cometer actos de violencia contra miles de Palestinos todos los dias” (2117) Boston Interfaith Rally Urges Senators Warren & Markey to Support Gaza Ceasefire – YouTube
Solo dieciocho legisladores del Congreso de los Estados Unidos firmaron una carta pidiendo al presidente Biden que exija el alto al fuego. Un grupo de actores también firmaron una carta similar. Otro grupo de trabajadores empleados por los legisladores también se sumaron al pedido. Cientos de funcionarios de la agencia para el desarrollo USAID firmaron un pedido de cese del fuego. USAID Officials Call for Gaza Cease-Fire in Internal Letter (foreignpolicy.com) Un funcionario clave del Departamento de Estado, Josh Paul, quien se encargaba de la transferencia de armas durante conflictos, renunció en protesta por el apoyo de los Estados Unidos al gobierno Israelí. En su carta de renuncia, se refirió al apoyo incondicional del gobierno de Biden al de Netanyahu como corto de vista, destructivo y contradictorio.
En la carta, el ex funcionario dice: “No podemos estar en contra de la ocupación y a favor de ella. No podemos estar a favor de la libertad y en contra de ella. Y no podemos estar a favor de un mundo mejor, mientras contribuimos a uno que es materialmente peor…Yo creo en el fondo de mi alma que la respuesta de Israel y el apoyo estadounidense a ella y al statu quo de la ocupación, sólo nos llevará a un sufrimiento más profundo y grande para el pueblo israelí y el palestino, y no es bueno a largo plazo para el interés de EE.UU”. En su carta también denuncia que se omitieron mecanismos de discusión en el proceso de transferencia de armas al gobierno Israelí. State Department Official Resigns, Says Israel Is Using U.S. Arms to Massacre Civilians in Gaza | Democracy Now!
Algo se rompió en el discurso hegemónico en el apoyo incondicional a Israel. Los pueblos al grito de Palestina Libre piden el fin de la ocupación Israelí en tierras Palestinas aún cuando sus políticos están a favor del statu quo. Rashid Kalhidi, historiador Palestino y profesor de la Universidad de Columbia dijo en una conferencia hace unos días atrás: “…esta idea de que la comunidad internacional avala las acciones del estado de Israel, hace ver como si los Estados Unidos, Europa occidental y unas pocas colonias blancas japonesas fueran la comunidad internacional. No lo son…La comunidad internacional es India, China, Bangladesh, Indonesia, Pakistan, Congo, Nigeria, Brasil y podría seguir. Esos son los pueblos que votaron en las Naciones Unidas a favor del cese del fuego. Ciento veinte países. Solo catorce votaron en contra…Eso no es el mundo entero. En efecto, el mundo está con nosotros… ”
