Más de 500 días en la cárcel, víctima del Lawfare. Tres veces elegido. Ganó Lula, por una pequeña diferencia, en un país claramente polarizado.
Pasadas las 19 horas parecía que la tendencia era irreversible. La democracia comenzaba a recobrar fuerza en Brasil. Por una mínima diferencia de votos, estas son las reglas de juego de la segunda vuelta, Luiz Inácio Lula da Silva era elegido presidente por tercera vez. Es el primero que lo logra en toda la historia del gigante sudamericano.
“Voy a volver” decía desde la cárcel de Curitiba. Preso por la causa Lava Jato. Un caso típico de Lawfare que lo sacó de la carrera electoral. Por entonces, su rival también era Jair Bolsonaro. Pero Lula no podía participar de esa contienda. Y el juez Sergio Moro lo condenó para evitar que el líder del PT regresara al Palacio de Planalto. Lo consiguió. Transcurrieron años de desidia, en el medio la pandemia, la muerte, un aumento descomunal de la pobreza y el hambre.
Uno de los principales productores de alimentos del mundo no puede garantizar la comida para su población. Ni hablar del medio ambiente, la destrucción de la Amazonía con la actividad ilegal de productores del agro, mineros, y el desplazamiento de miles de familias originarias de uno de los pulmones del planeta. La violencia política, la incitación al uso de armas, asesinato y persecución de dirigentes sociales. Todo esto marcó el gobierno de Bolsonaro.
Ni bien se conoció la noticia del triunfo de Lula, los presidentes latinoamericanos y líderes, como Alberto Fernández, Gustavo Petro (Colombia) y CFK expresaron su alegría por el regreso de uno de los personajes políticos troncales de América Latina.
Las felicitaciones también llegaron desde EEUU. Joe Biden celebró la victoria lulista y lo festejó también el presidente de Francia, Emmanuel Macron.
Ganó la democracia en Brasil y no hay dudas sobre esto. Lula asume el primero de enero. Como era de esperar, hasta el momento el actual mandatario, Bolsonaro, no ha reconocido la derrota.
La votación cerró 50,9% para Lula y 49,1% para el ex capitán.
Lula, “livre”, es presidente.
