Actualidad política

Panorama Político: Las dos pandemias

La pandemia del Covid-19 crece en la Argentina, y de marzo a hoy sólo hubo un día en que otro tema la eclipsó por completo de las agendas política y mediática. Es que la otra pandemia también está en ascenso. Como aquella, sólo sabremos que ha alcanzado su pico cuando empiece su descenso, nunca antes. Tristemente, ambas apuntan al colapso: una al sanitario y la otra del sistema democrático. La pandemia de la desestabilización alcanzó esta semana, y hasta aquí, su récord. Esperemos que éste haya sido su punto más extremo. Aunque lamentablemente el desarrollo de esta patología crónica de la democracia argentina, y particularmente de sus protagonistas, hagan presagiar que está en desarrollo. Ah, el ex presidente Eduardo Duhalde no estaba loco ni senil. Un riesgo: que la dirigencia política no categorice en su real dimensión los procesos desestabilizadores en América Latina, que responden a una estrategia de los factores reales de poder locales e internacionales para toda la región.

Tensión, distensión, tensión

No había dudas del retraso salarial de las/os policías bonaerenses. El problema es que muchos, inclusive los propios oficiales lo descubrieron ahora, y no en los cuatro años de la gestión María Eugenia Vidal. Como informó el periodista Alejandro Bercovich, cuando la pérdida del salario llegó casi el 30 %. Tampoco de los dirigentes de Cambiemos, que le bajaron el sueldo tanto a los bonaerenses como a todos los trabajadores, especialmente a los estatales. Los patrulleros están rotos, sí, así los recibió la gestión actual. Eso también es parte del Estado diezmado al que hay que reconstruir. A ello se le sumo la crisis de la pandemia, que afecta a todas/os. A ellos les hizo perder los extra por los partidos de fútbol, por ejemplo. A algunos, los extra que no son legales, y suman bastante. De hecho, entre quienes se presentaron como “representantes” había exonerados o suspendidos por sumarios. Éstos cobran sólo el porcentual del sueldo en “blanco”, no del total. En suma, el salario era muy bajo hasta los aumentos anunciados por Axel Kicillof. Más o menos el mismo nivel del que cobran médicos, enfermeras/os, docentes (feliz día). Pero claro, no movilizan con armas en su cintura, es más, suelen sufrir los “palos” de esos mismos “trabajadores” de la Bonaerense.

Todos ellos olvidaron que la nafta y esos uniformes “los pagamos de nuestros bolsillos”. No hubo problemas por los cortes de calles. Tampoco por la inseguridad.

La Quinta Presidencial de Olivos rodeada por uniformados armados con los móviles policiales a “su” servicio, es un claro acto de extorsión e insubordinación al poder democrático. La “justicia” debiera actuar. Las dirigencias sociales y empresarias, siempre tan preocupadas por el respeto a las leyes y la seguridad jurídica, debieran haber reaccionado. Los grandes medios de comunicación haberlo condenado enérgicamente. Las cámaras empresarias, muchos dirigentes políticos, como el ex Presidente Mauricio Macri, tampoco condenaron, más vale, lo consintieron. Otros, muchos, sí criticaron firmemente el manifestaron oportunamente,; algunos tarde y para la tribuna. Todos ellos olvidaron que la nafta y esos uniformes “los pagamos de nuestros bolsillos”. No hubo problemas por los cortes de calles. Tampoco por la inseguridad. A propósito, ¿qué hubiera sucedido si se hubiesen producido un par de secuestros en la provincia de Buenos Aires? ¿O apostaban a que algo de eso sucediera? Esta vez no resultó, pero los “golpes blandos” empiezan así: desgaste, desestabilización, intentos fallidos, hasta que uno tiene éxito. De lo contrario, el desgaste político que genera es, en sí mismo, un triunfo para la derecha. El Golpe de Estado a Evo Morales también se inició con la insubordinación de la fuerza policial. Ahora está proscripto, como Rafael Correa en Ecuador.

TN y su cobertura del levantamiento de la Policía Bonaerense

La tensión, por ahora, pasó. Pero los gobiernos Nacional y de la provincia de Buenos Aires pagaron un costo político. La “tensión” mutó ahora el ámbito político, que es el más deseable. Alberto Fernández recuperó los dineros que, en exceso y por decreto –“constitucional”-, Mauricio Macri le había transferido a su principal bastión político: la Ciudad de Buenos Aires. Horacio Rodríguez Larreta, más allá del fenomenal aparato de cobertura mediática con el que cuenta, aprendió y mucho a comunicarse con la sociedad: lo aprovechó para posicionarse definitivamente en el epicentro de la oposición. Se victimizó falsamente diciendo que le garantiza a los y las porteñas durante la pandemia el funcionamiento de los servicios esenciales. Como si este nuevo decreto –ahora “inconstitucional”- los hubiera puesto verdaderamente en riesgo. “Nos encontramos con una medida improvisada e inconsulta”, definió Larreta. Lamentable y nuevamente judicializa un tema político: “”Vamos a ir a la Corte a defender con todos los recursos jurídicos la autonomía y la Constitución de la Ciudad”. La Corte Suprema no sólo suele responder a los intereses de Juntos por el Cambio, y una “cautelar” no se le niega a nadie. Además, tiene antecedentes de fallar a favor de los reclamos provinciales, aunque éste claramente no sea un tema de coparticipación federal. Ésta, a su vez, es de casi imposible modificación porque la Reforma de la Constitución de 1994 exige que todas provincias se pongan de acuerdo para hacer un nuevo reparto. La tensión ahora es con quien se perfila como el principal referente de la oposición de cara al 2023. Su ex jefe, Macri, está cada vez más aislado.  Esto es la disputa política, y está bien; el riesgo es que profundice diferencias en el abordaje de la pandemia, ya de por sí bastante desmadrada. Habrá que ver cómo conduce Alberto Fernández de ahora en más este nuevo conflicto con el Jefe de Gobierno de la Ciudad.

El Frente no fue de Todos

Las distintas fuerzas que integran el Gobierno deberían recalcular su accionar y comportamiento. Vale la figura: “no se puede jugar con fuego”. No “todos” los del Frente de Todos estuvieron a la altura de las circunstancias. Otros sí. La CGT, la CTA y el Partido Justicialista sacaron comunicados precisos y oportunos. Pero no hubo acuerdo para que los referentes de todas las fuerzas políticas que integran el Frente de Todos, representantes sindicales y de los movimientos sociales se sentaran juntos y, en cámara, emitieran un mensaje contundente de apoyo al Gobierno, denunciando y explicando cómo operan los Golpes Blandos en América Latina y porqué éste fue una acto de desestabilización. Claro, puede ser que no sea ésa la caracterización del hecho. En ese caso el tema es aún más preocupante. No habría sido sólo un error de metodología producto del chiquitaje polítco por personalismos, sino de una lectura estratégica equivocada. Como si fuese poco, siempre hay algún dirigente que es oficialista o más distante según la oportunidad, y que quiere sacar rédito personal y anuncia irresponsablemente que moviliza al lugar donde están los uniformados armados. ¿Qué hubiera sucedido si los dos grupos estaban “cara a cara”? ¿Quién hubiera controlado esa situación? Y sobre todo, ¿a quién le habrían facturado políticamente el desborde social? En síntesis, el Frente de Todos debería tomar registro de la gravedad de lo sucedido y actuar más rápida y organizadamente en el próximo “brote” de la pandemia del autoritarismo.
Al Gobierno se le “escapó” lo que se gestaba… Para esto sí debieran servir los servicios de inteligencia y los “mandos” políticos sobre las fuerzas de seguridad. Además, hubo “avisos”, como los sitios a la Gobernación y a la sede del ministerio de Seguridad en La Matanza. Y hasta una bomba molotov en Olivos. Demasiadas hechos como para dejarlos crecer.

Respaldos y ausencias

“Las y los gobernadores respaldamos la medida anunciada por el presidente Alberto Fernández para empezar a corregir los desequilibrios de un país concentrado”, manifestaron los gobernadores en el documento titulado “Reducir desigualdades para una Argentina Federal”. El texto lleva la firma de 19 gobernadores. Además de Larreta, solo le dieron la espalda al documento los gobernadores radicales alineados con el macrismo: Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdéz (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza). Faltó también el ¿peronista? Juan Schiaretti (Córdoba). A esta altura, son tantos las jugadas a favor de Juntos por el Cambio que ya cuesta identificarlo con el Peronismo. Apoyo que sí brindaron provincias que no son estrictamente oficialistas, como Neuquén, Salta o Río Negro. Por supuesto, también apoyaron los intendentes de la provincia de Buenos Aires del Frente de Todos. Lógicamente se opusieron los de Juntos por el Cambio, aunque con la contradicción de la billetera, reclaman que se les “copartipe su parte”. “Esperamos que esta solución se logre en un marco de acuerdo con la Ciudad de Buenos Aires y que estos recursos lleguen a los municipios que trabajamos incansablemente para brindar seguridad a los vecinos”, dijeron Jorge Macri (Vicente López) y Néstor Grindetti (Lanús). Si consideran que el DNU es inconstitucional, debieran abstenerse para ser constitucionalistas cien por ciento…
La pandemia del Covid avanza con más de 10 mil casos diarios, con más de 500 mil contagiados y 11 mil fallecidos. Provincias y ciudades con hospitales colapsados, como en Orán, Salta, en Jujuy, Mar del Plata o el Hospital Posadas, en Ciudadela, Buenos Aires. Lo más grave, personal de la salud totalmente desbordado y cansado. Sin embargo, el tema sale de la agenda política. Y esta semana fue más que evidente. Las plazas y bares de la Ciudad estallan de gente los fines de semana. Algo similar sucede en los barrios del Conurbano, claro que una situación socieconómica muy diferente. Y se vienen días cada vez más lindos. Sin embargo, el mensaje que recibe la sociedad es que la pandemia ya no importa tanto. Si un sector importante no se cuidaba y era irresponsable, ahora apelar a la “responsabilidad social e individual” es más que complicado. La crisis sanitaria está ahí, ojalá que no se dé. Pero cuidado, hay sectores que apuestan a ella, y muchos son los mismos que quieren diseminar el virus de la desestabilización. Y para ninguna de las dos hay vacunas. Ahí está América Latina para atestiguarlo: epicentro de la pandemia del Covid; epicentro de la pandemia de las dictaduras y los gobiernos de derecha.

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https://agendasur.com.ar/2020/09/09/la-policia-y-la-desestabilizacion-gioja-presidente-el-pj-pareciera-que-nos-estan-tentando-con-que-salgamos-a-la-calle/
https://www.pagina12.com.ar/291382-alberto-fernandez-ningun-dialogo-se-rompe