EEUU: Primer debate presidencial entre Harris y Trump
Sin público, se realizó el primer debate presidencial entre los candidatos Donald Trump por el partido Republicano y Kamala Harris por el partido Demócrata. Si bien Trump mintió, exageró e inventó situaciones convenientes a su narrativa, se lo notó algo más controlado que en otras oportunidades.
Es posible que el “fact checking” -verificación de los hechos- haya entrado en la negociación en las campañas de ambos candidatos en las reglas del debate, ya que los periodistas pocas veces lo contradijeron presentando hechos. Si bien las respuestas de Kamala no fueron brillantes, se la vio concentrada y en varios momentos riéndose de las tonterías que decía su contrincante. Kamala aseguró: “En este debate, escucharán el mismo guión de siempre, un montón de mentiras, quejas e insultos”.
A Kamala se la vio concentrada, y en varios momentos riéndose de las tonterías que decía Trump.
Entre las mentiras absurdas que dijo Trump se encuentra la de que los inmigrantes en Ohio se comen las mascotas de los residentes: “En Springfield, están comiendo perros, la gente que llegó están comiendo gatos, se comen las mascotas de la gente que vive allí, esto está pasando”. Kamala estalló de risa en la otra mitad de la pantalla y el moderador refutó al contar que el intendente de esa ciudad confirmó que esas alegaciones no están comprobadas.
Entre las mentiras absurdas que dijo Trump, se encuentra la de que los inmigrantes en Ohio se comen las mascotas de los residentes.
Como en situaciones anteriores, a Trump le es imposible hablar de algo con especificidad, como el tema de políticas públicas. Kamala mencionó varias veces políticas específicas para resolver el problema de, por ejemplo, la falta de vivienda, o el precio alto de los medicamentos, o sus políticas de expansión de lo que se conoce como “ObamaCare”, el programa de salud pública implementado durante el gobierno de Barak Obama. El Ministerio de Salud calcula que este año unas 19 millones de personas se registrarán en este programa de salud, que logró cubrir a millones de ciudadanos que se encontraban sin un seguro médico. Recordemos que en los Estados Unidos el seguro médico está asociado a los empleos. Si una persona pierde su trabajo se queda automáticamente sin cobertura médica. Harris lo enfrentó diciendo que hace una década que los Republicanos dicen que tienen un plan para reemplazar “Obamacare” y que nunca lo proponen, porque en realidad ese plan no existe, que lo único que ellos quieren es simplemente cancelarlo sin reemplazarlo. A lo que Trump respondió que no es cierto que ellos tienen un “concepto” del plan.
Se discutió muy poco sobre política externa, aunque sí se mencionaron los dos conflictos armados centrales: Gaza y Ucrania. Durante la conversación sobre Israel ambos candidatos competían por mostrarse como el más amigo de Israel. Trump diciendo que los Demócratas no aman a Israel y que él lo “terminaría pronto” el conflicto. Kamala por su parte, repitió lo que dijo durante la convención Demócrata: “Israel tiene el derecho de defenderse y cómo lo hace importa, demasiados Palestinos han sido asesinados, niños, madres. Lo que sabemos es que esta guerra debe terminar inmediatamente. Y la forma de terminarla es con un alto el fuego para sacar a los rehenes. Para ello vamos a seguir trabajando las 24 horas, comprendiendo que tenemos que crear un camino para que dos Estados sean posibles. Y esa solución debe traer seguridad para los Israelíes y en igual medida para los palestinos. Pero hay algo que quiero poner en claro, yo siempre aseguraré que Israel se pueda defender de cualquier amenaza que Irán le imponga”. Kamala aseguró anteriormente y así también lo ha dicho su asesor en seguridad nacional, que no está dispuesta a imponer un embargo de armas contra Israel. Eso sería lo único que pararía el conflicto, ya que los Estados Unidos le provee el 69% de las armas y equipamiento militar.
También hablaron sobre el tema del aborto y la caída de la única protección que tenían las personas en este país para abortar: el precedente judicial conocido como Roe vs. Wade. Kamala está a favor de codificar el acceso al aborto. En cambio, Trump repetía que no estaba a favor de una prohibición total o que nunca firmaría una ley que prohíba el aborto:“los expertos dicen que lo mejor es dejarlo a la decisión de los Estados”, dijo. La cancelación de esta garantía, luego de que en 2022 los jueces de la Corte Suprema decidieran que las regulaciones sobre el acceso al aborto debían recaer en los estados, ha creado dos piases. En estados con restricciones, aquellos que desean o deben realizarse un aborto por circunstancias médicas se encuentran en situaciones límite, ya que las restricciones son tantas que se ven obligados a viajar cientos de kilómetros o hasta tomar aviones para ser atendidas en clínicas de salud sexual y reproductiva en otros Estados. Sabemos muy bien quiénes son los perjudicados: aquellos que no pueden tomar días libres en sus trabajos por la pérdida de salario, que no pueden viajar por el costo del pasaje y estadía, no tienen con quién dejar a sus hijos o porque simplemente el costo del aborto es prohibitivo. Lo cierto es que, a partir de la terminación de esta garantía, los residentes de estos Estados llevan a cabo referéndum para poder incluir este derecho en sus Constituciones, lo que también ocurre en Estados rojos (aquellos con altos porcentajes de votantes Republicanos).
Los ciudadanos en general no quieren perder el derecho al aborto y los referéndum comprueban una y otra vez que las estadísticas a nivel nacional no mienten: solo el 12% cree que debería haber una prohibición total del aborto, mientras el 85% piensa que debería ser legal en cualquier o algunas circunstancias. Sin embargo, Trump está rodeado de extremistas religiosos que quieren imponer una prohibición total a nivel federal.
Respecto a políticas migratorias, ninguno quiso mostrarse débil. Los planteos sobre cómo enfrentar el tema de la migración son los de siempre: militarizar la frontera, ayudar a México a militarizar su frontera sur y más dinero para contratar a más guardias fronterizos. Entre los sinsentidos que desplegó Trump sobre los inmigrantes, se destaca el siguiente: ¨Millones de personas vienen a nuestro país provenientes de prisiones, instituciones mentales y manicomios”. Un absurdo.
Este debate no va a tener mayor impacto en la decisión de los votantes, en este momento en el que hay tanta polarización. No se presentaron planes de políticas públicas que atiendan las necesidades de los votantes. Solo Kamala habló sobre políticas de vivienda, control del precio de los medicamentos, medidas que garanticen el aborto, entre otras. Por su parte, Trump no logró especificar cómo enfrentará los problemas de la gente si llegara a ganar las elecciones.
Gracias al sistema electoral estadounidense, cabe la posibilidad de que Trump gane nuevamente la presidencia, a pesar de ser un paupérrimo candidato presidencial y que tuvo una pésima presidencia, además de demostrar sus tendencias déspotas. Por ahora las encuestas se encuentran parejas, no muestran ganador a ninguno de los dos candidatos.
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