¿Cambio de estrategia en Venezuela?
EE.UU. ya no baraja todas las opciones sobre la mesa o al menos eso parece demostrar. Dentro del abanico de alternativas Washington nunca había descartado la intervención militar. Ahora su estrategia se centra en profundizar las divisiones políticas vía herramientas de la “democracia”.
En un comunicado emitido el pasado 9 de enero el Secretario de Estado Mike Pompeo afirmó: “una transición negociada rápida es la ruta más efectiva y sostenible hacia la paz y la prosperidad en Venezuela” y añadió “las negociaciones podrían abrir el camino de la crisis a través de un gobierno de transición que organizará elecciones libres y justas”.
El escenario político interno cambió. En los últimos meses se acentuó la grieta opositora. La pérdida de liderazgo de Juan Guaidó dejó espacio a otras figuras más moderadas. El agobio económico por las sanciones impuestas desde Washington hartó a los seguidores del autoproclamado presidente encargado y la pérdida de convocatoria a las manifestaciones fue empobreciendo la fuerza antichavista en las calles.
La crisis opositora se profundizó con la elección de la junta directiva de la Asamblea Nacional (AN). El 5 de enero pasado Guaidó sabía que los votos no le alcanzarían para ser reelecto. Ese mismo día llegó a la Asamblea justo en el momento en que se desarrollaba la votación y los diputados elegían a Luis Parra (Partido Primero Justicia) para la presidencia del órgano legislativo. Guaidó denunció que no lo habían dejado entrar al edificio y por ende había sido víctima de un “golpe parlamentario” liderado por el presidente Nicolás Maduro. En un desesperado intento por revalidar su imagen como figura fuerte del “cambio” en Caracas, Guaidó no sólo juramentó como titular de la AN en una sesión paralela en el diario El Nacional (simbólica imagen) sino que también, dos días después, irrumpió en el palacio legislativo y volvió a autoproclamarse presidente encargado de Venezuela. Inmediatamente, EE.UU. actuó en consecuencia, sancionó a Parra y a otros 7 parlamentarios disidentes a Guaidó. El Departamento del Tesoro agregó a los diputados en la lista de la Oficina de Control de Bienes en el Extranjero por considerarlos “funcionarios del gobierno venezolano”, pese a que todos pertenecen a la oposición.
EE.UU enfrenta en Venezuela dos escenarios complejos, por un lado el apoyo de Rusia y China a Caracas que ejercen una fuerte presión internacional y por otro la fractura de una oposición que pareciera ser definitiva y no termina de consagrar a un líder que acabe con 21 años de chavismo en el poder.