Por Rubén Matos
Córdoba es una de las provincias de la Argentina que está prendida fuego. Literalmente, prendida fuego. Y es que se evidencia un conflicto que lleva muchas decenas de años, entre la capacidad de producción de la tierra, sus dueño y la supervivencia de la especie. Militantes de un arco ideológico y social muy amplio, quizás el más amplio, presentan desde las redes sociales y desde los espacios de participación política su postura frente al tema. Los incendios en la provincia de Córdoba, en el país y en el mundo, son un claro problema de propiedad y soberanía.
Los incendios ya arrasaron con más de 15 mil hectáreas, y si bien hay varios focos forestales controlados, el problema está muy lejos de concluir.
Desde Greta Thunberg hasta la Federación Agraria, el reclamo es por la legislación y por la acción para preservar los bosques nativos, los humedales, el biodiversidad y, en definitiva, la especie tal como la conocemos. Pero la Argentina está en llamas.
Los incendios en Córdoba ya arrasaron con más de 15 mil hectáreas, y si bien hay varios focos forestales que lograron ser controlados por los bomberos, el problema está muy lejos de concluir. La etapa del año con sequía lleva mucho tiempo sin resolverse, y mientras tanto pequeños y medianos productores y la comunidad en general, ven y cuentan cómo se transforma el ecosistema tras cada gran quema.
Los incendios en la provincia de Córdoba comenzaron en la zona de Villa Albertina, en el departamento Ischilín, y se trasladaron hacia el oeste, llegando a la zona de Charbonier, al norte de Capilla del Monte, y obligando a cortar la Ruta Nacional 38 en el tramo que va desde esta localidad hacia Cruz del Eje, en el norte de la provincia.
Hasta el día de hoy, la cantidad de evacuados en la provincia alcanza las 200 personas, y están trabajando en el lugar más de 150 bomberos, en su enorme mayoría, voluntarios.
El gobernador de la provincia, Juan Schiaretti, le habló a la población a través de su cuenta de Twitter: “Cordobeses, el clima nos castiga por ser un año tan seco y con mucho viento”. Y agregó: “Lo material, de alguna manera, el Estado va a ayudar a reponerlo”, y agradeció “el esfuerzo enorme” de los bomberos. Pero Schiaretti se olvida de mencionar la falta de presupuesto y de planificación de políticas de prevención de incendios; la ausencia de responsabilidad penal de los autores intelectuales y responsables directos de quemas intencionales y de desmontes sistemáticos ilegales, y sin control efectivo de las últimas dos décadas.
Lo que sí sucede en la provincia es que el protocolo de turismo, avanza. El Gobierno provincial busca recuperar la actividad turística post pandemia, y espera tenerlo aprobado por Nación a fin de año, para poder llevar adelante la temporada de verano.
